Máximos históricos a la espera del G20

Juan Carlos Ureta Domingo, presidente ejecutivo Renta 4 Banco

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 24 jun, 2019 19:09
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Es difícil encontrar una semana más llena de cifras redondas en los mercados que esta penúltima de junio que hemos vivido. El S&P ha subido un 2,3% en la semana y ha marcado su máximo histórico de todos los tiempos, el oro ha subido un 4% rompiendo al alza los 1.400 dólares la onza por primera vez desde 2013, el bono del Tesoro americano a diez años ha llegado en algún momento de la semana a un tipo de interés del 1,973%, rompiendo a la baja el 2% por primera vez desde noviembre de 2016, el petróleo ha ganado un 9% en la semana, su mayor ganancia semanal desde diciembre de 2016, y el dólar ha caído un 1,3% frente a la cesta de monedas de referencia, en su peor semana de 2019.

Además del S&P, también han subido con fuerza el Eurostoxx (+2,6% en la semana), el Dax (+2%) y el Shanghai Composite (+4,2%), quedando algo más rezagados otros como el Nikkei, que se ha tenido que conformar con una subida semanal del 0,67% y nuestro Ibex que ha subido un modesto 0,36% dado el fuerte peso de la banca en nuestro selectivo.

El común denominador de todos esos movimientos ha sido la constatación de que la Fed y el BCE están de nuevo en el modo "whatever it takes", es decir, no solo han dado marcha atrás en el endurecimiento monetario que habían iniciado en 2018, sino que, además, van a volver a hacer lo que haga falta para no dejar caer a la economía y para impulsar a los mercados al alza, aunque hasta el momento, como decíamos la semana pasada, lo necesario no ha sido del todo suficiente y precisamente por eso hay que seguir insistiendo.

El presidente del BCE, Mario Draghi, en su comparecencia en el simposio de Sintra el pasado martes lo dejó claro. El BCE no solo no va a subir los tipos, como ya había dicho en su última reunión de mayo, sino que los va a bajar aún más si hiciese falta, y hará lo que sea necesario para subir la inflación. Draghi se plegó de forma muy evidente al deseo de los mercados, que habían reaccionado mal tras la reunión de mayo, y que pedían al BCE una manifestación explícita de que va a bajar tipos, como así lo ha hecho en Sintra el presidente Draghi.

El miércoles la Fed acabó de rematar la faena al dejar claro que bajará los tipos de interés en julio, algo que el mercado ya descontaba con más de un 80% de probabilidad. Incluso un miembro de la Fed, James Bullard, pidió que la rebaja de tipos fuese ya en junio, toda una señal de por dónde van los tiros. La Fed, por tanto, ha perdido ya la famosa "paciencia" de la que venía haciendo gala, y ha pasado de decir que iba a ser paciente a la hora de subir los tipos, a decir que no va a tener la menor paciencia a la hora de bajarlos.

Como decíamos la semana pasada lo relevante no era tanto ver lo que decían Draghi o la Fed (lo que han dicho es lo que cabía esperar que dijeran) sino ver cómo reaccionaban los mercados. Y la reacción ha sido muy clara y nos dice que los inversores vuelven a ignorar los riesgos y lo fían todo al dinero barato. Al menos esa ha sido la primera reacción, a falta de una segunda lectura. Un claro indicador de ese nuevo amor por el riesgo de los inversores es la subida del bitcoin, que ha subido más de un 20% en la semana situándose de nuevo por encima de los 11.000 dólares. Aunque se ha querido ver a Facebook y su nueva moneda digital como la causa de esa subida, la verdad es que la iniciativa de Facebook no conecta más que muy indirectamente con el bitcoin, del que, en todo caso, la nueva moneda (Libra) que Facebook proyecta crear sería competidora, por lo que parece que lo que realmente ha pasado es que los inversores vuelven al modo "risk off" recordando mucho a lo que pasaba en enero de 2018.

(Original completo)

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