Informe Semanal de Estrategia: Aliciente cíclico

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Capitalbolsa | 09 ene, 2018 15:25
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El nuevo año ha comenzado de la misma manera que terminó 2017, con la publicación de datos macroeconómicos muy positivos en términos globales. Los datos de PMIs composite en Europa registraban avances - explicados principalmente por el sector manufacturero - no contemplados desde 2011, que apuntarían a un crecimiento de la región en el conjunto de 2017 cercano al del 2,4% - nivel más elevado desde la crisis económica.

Por su parte, los datos de empleo en EEUU continúan mostrando la solidez de su ciclo económico -se han creado 2,1 millones de puestos de trabajo en 2017-, al que falta por ver cuál será el impacto de la reforma fiscal. A su vez, los registros de confianza empresarial en China (así como en la mayoría de países emergentes) apuntarían a la continuidad del ritmo de expansión de la actividad en buena parte de las economías que componen esta categoría.

En este contexto, y en las primeras sesiones hábiles del año, el mercado de renta variable ha registrado importantes revalorizaciones, prueba de la renovada apuesta por este activo por parte de los inversores, tras un mes de diciembre con un comportamiento lastrado por las dudas en torno a las distintas cuestiones políticas. Los sectores más cíclicos lideran las ganancias. Además, estos movimientos no se han reducido a las dos grandes áreas, EEUU y Europa. El Nikkei se sitúa en máximos históricos apoyado en los buenos datos de ciclo - el PIB nipón podría alcanzar un crecimiento próximo al 1,8% en 2017 y esperamos que el buen tono económico se mantenga durante la primera parte del actual ejercicio- y la mayoría de bolsas emergentes también han registrado importantes revalorizaciones, apoyadas, en parte, en el auge del precio de las materias primas.

Dos factores adicionales estarían apoyando el buen comportamiento de la renta variable global: la volatilidad ha vuelto a situarse en mínimos históricos y los tipos de interés permanecen relativamente estables en un entorno cíclico positivo. Esta estabilidad se produce a pesar de que en las últimas actas del FOMC (correspondientes a la reunión de la Reserva Federal que se celebró en diciembre) algunos miembros apuntaban a la necesidad de un mayor endurecimiento (también hay que señalar que otros miembros abogaban por un proceso aún más gradual del tensionamiento monetario); y de los comentarios de varios miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo en relación a un posible fin de las compras netas de activos en septiembre.

La clave sigue estando en la ausencia de sorpresa alcista en los datos de precios: los registros de inflación en la zona Euro de diciembre mostraban una inflación general estable en el 1,4% en tasa interanual y la subyacente, para la que el mercado esperaba un repunte hasta niveles 1,0% i.a., se mantuvo igualmente invariable en el 0,9%. En este sentido, nuestro escenario para 2018 refleja repuntes sustanciales, aunque no agresivos, de tipos de interés soberanos. Sin embargo, la fortaleza del ciclo económico seguirá apoyando a los activos de perfil de riesgo más elevado (bolsas, sobre todo) mientras se mantenga el actual escenario de Goldilocks con niveles de crecimiento e inflación agregados próximos a sus promedios de largo plazo.

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