Por qué este mercado permabajista se volvió alcista
Cuando se trata de inversiones, he sido un cobarde la mayor parte de mi vida. Siempre tuve en mente “el próximo accidente”. Inevitablemente, no ha habido una caída desde 2008 (no cuento la caída del Covid de 2020 porque duró unos cinco segundos).
Esa actitud permanentemente bajista, aunque aparentemente segura, ha tenido un costo. No estaba tomando riesgos, pero los costos de oportunidad son significativos. ¿Cuánta riqueza me perdí potencialmente durante el período intermedio?
Es demasiado doloroso incluso intentar un cálculo.
El experto en opciones y colega Alan Knuckman siempre dice: "El optimismo gana". Pero yo vengo de la Escuela de Economía Yuri Maltsev. Solía decir: "Un pesimista es un optimista con mejor información".
En 2024, es el momento del Knuckman. Habría que estar loco para no participar en este mercado.
¿Y sabes cuál es la mejor parte?
Si eres una persona de valores, estás ganando. El SPX ha subido 1.000 puntos desde noviembre.
Si eres un fanático del oro, estás ganando. Finalmente superamos los $2,000 y nos hemos quedado allí.
Si eres un fanático de la plata, estás ganando. Si superamos los $30, se va a las carreras.
Si eres un observador del cobre, has tenido tu mejor repunte en cuatro años.
Y a pesar de la reciente liquidación, los hermanos cripto han recuperado su arrogancia habitual.
Está todo bien.
¿Porqué es eso?
¡Porque es un año electoral!
Todos reciben una parte del botín.
La política alcista
Política monetaria
A diferencia de mi antiguo colega Jim Rickards, no soy un conocedor de Washington. No me invitan a sus cócteles y no estoy en el Rolodex de nadie.
Y eso está bien para mí.
Pero como los de DC están tan ansiosos por ponerse frente a las cámaras, yo no tengo por qué estarlo. Después de todo, la política es un espectáculo para gente fea.
Y Jay Powell se esfuerza mucho. En una entrevista reciente con CNBC, el administrador de fondos superestrella Stanley Druckenmiller cuestionó por qué los presidentes de la Reserva Federal están incluso en 60 minutos . "No eres una estrella de rock", opinó Druckenmiller.
Para ser justos con Powell, está obligado a comparecer ante los comités del Congreso y el público por ley o costumbre. Tiene que decir algo.
Pero lo que no dice es aún más interesante.
El presidente Powell nunca ha dicho: "La Reserva Federal ahora acepta que no podemos volver al 2% de inflación, por lo que estamos bien con el 3%".
Tampoco ha dicho nunca : “Odio tanto a Donald Trump que recortaré las tasas si Biden tiene problemas este verano, en detrimento de la economía y de mi reputación”.
Y es demasiado amable para decir : "Estos lunáticos acólitos de la Costa Oeste, la Reserva Federal de San Francisco, la MMT y Yellen que infectan mi banco son una panda de retrasados, pero al menos no votarán en contra de un recorte de tipos a pesar de que estamos en pleno empleo". y tener un déficit fiscal del 7%”.
Y a eso se reducirá todo para Powell.
Cuando las cifras de Biden empeoren durante el verano, Powell abandonará el fantasma.
Debe hacerlo, o Donald lo despedirá en el momento en que se siente detrás del escritorio de Resolute.
Powell parecerá ceder. Él dirá: “Bueno, idiotas… quiero decir, colegas… me atraparon. Usted tenía razón. Cortemos. Pero sólo 25 bps, ¿vale?
Los operadores se mojarán los pantalones de felicidad y el S&P 500 rugirá hasta alcanzar entre 5.700 y 6.000 puntos antes de las elecciones.
Por supuesto, el temor a la inflación inminente enviará el oro a 2.500 dólares aproximadamente. Y esos codiciosos comerciantes de plata se lamerán las chuletas enviando la plata a 35 dólares.
A los cripto bros, que pretenden que Bitcoin es una cobertura contra la inflación y la crisis en lugar de una jugada tecnológica, les encantará ese recorte de tasas a medida que tanto BTC como el Nasdaq alcancen nuevos máximos.
Política fiscal
La cáscara de un hombre actualmente conocido como Joe Biden ha gastado más dinero en el cargo que cualquier otra persona en la historia.
Actualmente no se sabe si al presidente le importa. Pero sabemos con certeza que sus manejadores no.
Como era de esperar, una administración demócrata está haciendo YOLO. Pero lo que es tan terrible es que la Cámara Republicana sea tan cómplice de este robo a los contribuyentes.
Todo el mundo quiere regalar una bolsa de regalos a sus electores, y todas las criaturas del Congreso desean recibir en sus arcas la mayor cantidad de dinero posible para la reelección.
Así que el gasto no va a disminuir ni un ápice.
De hecho, se espera que aumente a medida que nos acercamos a noviembre y las cifras de Biden en las encuestas comienzan a disminuir.
Los demócratas deben gastar una gran cantidad de dinero en efectivo para recuperar a su hombre. No será fácil, pero es posible.
El resultado
Todo esto son excelentes noticias para los inversores, al menos para lo que queda de 2024.
La administración actual, como todas las administraciones, excepto la de LBJ, hará absolutamente cualquier cosa para permanecer en la Oficina Oval.
Diablos, incluso están intentando iniciar una guerra cinética con el viejo amigo de Dubya, Pooty Poot.
Pero esperemos que eso no suceda. Biden quiere ser un presidente en tiempos de guerra incluso más de lo que el idiota del presidente Mike Johnson quiere llamarse a sí mismo “un presidente en tiempos de guerra”.
Los delirios de grandeza –y adecuación– están muy extendidos dentro de la circunvalación.