• Tras este presumible fracaso, las elecciones autonómicas y un nuevo debate de investidura pueden dar más fuerza a su candidatura
  • Unas terceras elecciones es un último movimiento demasiado arriesgado
ajedrez enemigo

El tablero de la política española ha sufrido un gran movimiento de piezas pero ninguno ha resultado definitivo en estos últimos nueve meses. Una prueba de resistencia que haría temblar al mismísimo Garry Kasparov y que, en esta ocasión, tiene a Mariano Rajoy como el protagonista de este complejo juego de estrategia.

La partida está complicada para el líder del Partido Popular. Cuenta con 137 escaños, lejos de los 176 que supone la mayoría absoluta. Por ello, le urge convertir varias piezas rivales en aliadas o, como se llama en este deporte, hacer un 'sacrificio' que consiste en hacer un movimiento que entrega una pieza a cambio obtener una ganancia táctica o una compensación posicional de otra forma.

Rajoy busca la victoria y convertirse en presidente del Gobierno y, para lograrlo, el primer paso es lograr el apoyo de los 32 diputados de Ciudadanos y, con 169 escaños, lograr que su rival en esta partida, Pedro Sánchez, se sienta más presionado. El socialista mantiene su posición al otro lado del tablero consciente de que sus grandes diferencias con el partido que lidera Pablo Iglesias le impiden poder pasar al ataque en esta partida, y se mantiene a la espera de las decisiones del presidente del Gobierno en funciones. Es el turno de Rajoy, que podría buscar ganar la partida con cuatro movimientos:

PRIMER MOVIMIENTO: LA INVESTIDURA DEL 30 DE AGOSTO

Ante el Congreso, en el pleno de investidura del próximo 30 de agosto a las 16 horas, Mariano Rajoy lanzará su primera ofensiva. A priori, no cuenta con los apoyos suficientes para alcanzar el éxito, pero un posible acuerdo con el partido de Albert Rivera escenificado en el hemiciclo en un debate de investidura le daría impulso en esta partida.

A pesar de alcanzar los 169 escaños, para Pedro Sánchez es sencillo justificar que no formará parte de una alianza de derechas

Un movimiento político similar al 'enroque' en ajedrez. Este movimiento consiste en mover al rey y a una de la torres a la vez. Tiene un objetivo importante en la apertura, ya que sirve a dos propósitos valiosos: mueve al rey a una posición más segura lejos del centro del tablero, y mueve la torre a una posición más activa en el centro. En esta ocasión el PP haría la función del rey y Ciudadanos el de la torre, logrando Rajoy que las miradas se centren en la decisión de Rivera.

Para el consultor político Pedro Marfil, este movimiento no presiona tanto al PSOE ya que "a pesar de alcanzar los 169 escaños, para Pedro Sánchez es sencillo justificar que no formará parte de una alianza de derechas". Por su parte, el analista político Antonio Papell valora esta posibilidad como "un gesto de debilidad de Ciudadanos que podrá terminar pagando en el caso de unas terceras elecciones".

SEGUNDO MOVIMIENTO: ELECCIONES AUTONÓMICAS GALLEGAS Y VASCAS

Galicia es un fortín para el Partido Popular. Una mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijoo y una debacle socialista en ambas comunidades autónomas debilitaría mucho la postura de Sánchez y podría alimentar a las voces que solicitan un nuevo comité federal socialista para reexaminar la posición del partido.

Un punto clave para que el líder socialista abandone la partida y permita mediante una abstención el gobierno de Mariano Rajoy, ya que en estos momentos, como apunta Papell, "la postura del PSOE es un 'no' rotundo. Rajoy no quiere negociar, quiere una carta blanca". Pero, por otro lado, si el Partido Popular alcanza algún acuerdo autonómico con otras formaciones, podría cambiar e invitar a unirse al acuerdo PP-C´s a nivel nacional, un hecho que "sí daría más dificultad a la negativa de PSOE", indica Marfil.

TERCER MOVIMIENTO: INVESTIDURA EN OCTUBRE

Desde Génova no descartan que tenga que celebrarse una nueva sesión de investidura antes de dos meses. Esto situaría el calendario en octubre, fecha para la que ya se habría aclarado el escenario electoral vasco y el gallego, y podría provocar que Mariano Rajoy llegara con más fuerza a este momento de la partida que en agosto.

En este supuesto y con la posibilidad de unas terceras elecciones más cerca "va a ser un juego de responsabilidades", indica el consultor político Pedro Marfil. Además, en el escenario de una segunda investidura, no se baraja un candidato de un gobierno progresista ya que "desde la izquierda no se contempla nada por las grandes diferencias entre los socialistas y Podemos", asegura Papell. Un escenario que deja vía libre a Rajoy para intentarlo con mayor peso.

CUARTO MOVIMIENTO: EL JAQUE DE UNAS TERCERAS ELECCIONES

En el supuesto de unas terceras elecciones parece que el gran beneficiado sería el Partido Popular, ya que las previsiones apunta a una elevada abstención que podría favorecer al electorado más fiel de los populares. No obstante, las encuestas que manejan en Ferraz, refrendadas por el último barómetro del CIS, arrojan un buen resultado para ellos, que volverían a ser el principal partido y la referencia de la izquierda en España dejando ya atrás el fantasma del 'sorpasso' por parte de Podemos.

Sin duda, un arma de doble filo en este último movimiento de Rajoy, que podría en riesgo su victoria tras esta larga partida. Pero que podría ser 'un gran regalo de navidad' si logra convencer a su electorado del acierto de todos sus movimientos de su partida de ajedrez.

contador