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El conflicto radica en que los artistas y las discográficas reciben un pago menor cuando una canción suya es descargada que cuando es comprada. “Es el primer cambio en la industria de la música en los últimos 100 años”, explica Mark Williamson, director de servicios para artistas de Spotify.
La compañía sueca, ante las críticas recibidas por parte de la industria, ha publicado que paga entre 0,006 y 0,0084 dólares por cada descarga, lo que significa que un artista necesita 1 millón de descargas para conseguir de 6.000 a 8.400 dólares (aunque las discográficas también se llevan un porcentaje).
La industria se pregunta si este nuevo modelo de pago por descarga es viable. Por ejemplo, Apple ha comprado Beats Electronics por 3.000 millones de dólares, para entrar en el sector de la música en streaming. “Todo gira en torno a la música”, tuiteó el consejero delegado de Apple, Tim Cook, respecto a la operación.
C.P.O.