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El sector manufacturero de Estados Unidos ha vuelto a contraerse en febrero, por cuarto mes consecutivo, según se desprende del índice PMI elaborado por el Institute for Supply Management (ISM), que ha mejorado ligeramente hasta los 47,7 puntos, aunque se mantiene en terreno contractivo, desde los 47,4 de enero, mientras que el consenso esperaba una subida hasta los 48 puntos.

La caída en la actividad del sector producida en los últimos cuatro meses viene precedida de una serie de 28 meses de crecimiento ininterrumpido. Desde el inicio de año, el indicador que difunde el ISM ha estado en su nivel más bajo desde mayo de 2022, cuando registró 43,5 puntos.

El índice de nuevos pedidos se mantuvo en territorio de contracción, en 47 puntos, a pesar de la mejora de 4,5 puntos registrada en relación al nivel de enero. Por su parte, la lectura del índice de producción de 47,3 puntos implica una disminución de 0,7 unidades en el último mes. Además, el índice de precios repuntó en febrero en 6,8 puntos, hasta los 51,3.

El índice de empleo cayó en territorio de contracción, registrando 49,1 puntos, tras un descenso de 1,5 puntos desde los 50,6 de enero.

"El sector manufacturero de EEUU volvió a contraerse, y el PMI manufacturero mejoró marginalmente con respecto al mes anterior. Con los panelistas del Comité de Encuestas Comerciales informando de una disminución de las tasas de nuevos pedidos durante los nueve meses anteriores, la lectura del índice compuesto de febrero refleja que las empresas continúan reduciendo la producción para satisfacer mejor la demanda en la primera mitad de 2023 y prepararse para el crecimiento en la segunda mitad del año", destaca Timothy R. Fiore, presidente del ISM.

También subraya que "el índice de precios saltó nuevamente al territorio creciente después de cuatro meses consecutivos por debajo de los 50 puntos, lo que respalda el acuerdo entre compradores y vendedores para realizar pedidos a corto plazo".

De las seis industrias manufactureras más grandes, solo los equipos de transporte y los productos de petróleo y carbón registraron crecimiento a lo largo de febrero.

LA VISIÓN DE S&P GLOBAL

Este miércoles se ha publicado también el índice PMI que elabora S&P Global, y que ha mostrado "una sólida caída en la salud del sector durante febrero", a pesar del ligero aumento del indicador hasta los 47,3 puntos (había registrado 46,9 en enero) que no es suficiente para abandonar el terreno contractivo.

El organismo que difunde los datos destaca que "el deterioro en las condiciones de operación se debe en gran medida a nuevas contracciones en la producción y los nuevos pedidos", mientras que "la débil demanda de clientes nacionales y extranjeros provocó una caída adicional en las nuevas ventas totales a medida que las empresas ajustaron su actividad de gasto y tenencias de inventario hacia abajo".

Los fabricantes aumentaron su plantilla al ritmo más rápido de los últimos cinco meses, lo que ayudó a impulsar una caída adicional en los atrasos de trabajo.

Al mismo tiempo, la tasa de inflación en los productos de consumo se aceleró de nuevo "a un ritmo marcado, a medida que las empresas buscaban transmitir los mayores costos a los clientes". Sin embargo, el coste de los insumos aumentó a un ritmo más suave durante el mes, y de hecho se convirtió en la menor subida desde septiembre de 2020.

Las empresas manufactureras se mantuvieron optimistas en sus expectativas sobre las perspectivas de producción durante los próximos 12 meses, y el grado de confianza fue el segundo más fuerte desde mayo de 2022.

"La fabricación de EEUU permaneció bajo una intensa presión en febrero. Aunque el PMI subió ligeramente, continúa señalando la recesión más pronunciada fuera de la pandemia desde 2009", señala Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P.

Además, subraya que "las crecientes presiones salariales y los esfuerzos por aumentar los márgenes implicaron que los precios promedio de los bienes que salen de fábrica aumentaran bruscamente una vez más, con la tasa de inflación acelerándose por segundo mes consecutivo para insinuar unas presiones sobre el precio obstinadamente altas".

LA OPINIÓN DE LOS ANALISTAS

Desde Oxford Economics destacan que "la lectura del ISM manufacturero de febrero indica una actividad fabril estadounidense modestamente más débil", y prevén "vientos en contra más fuertes para la actividad de las fábricas en los próximos meses a medida que las tasas de interés más altas hagan efecto y la demanda de bienes se enfríe".

"La demanda externa de exportaciones de productos manufacturados no ofrecerá un alivio significativo frente a las desafiantes condiciones de la demanda interna de EEUU", vaticinan.

Los analistas de Pantheon Macroeconomics consideran que "la reciente mejora en los PMI manufactureros de China apunta a un modesto repunte en la encuesta de EEUU durante los próximos meses, sacando a la industria manufacturera de lo peor de su caída".

"El gasto de capital doméstico probablemente seguirá siendo un lastre para la fabricación durante los próximos meses, al menos, pero tenemos la esperanza de que se recupere modestamente a finales de este año", agregan.

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