México y Argentina, una relación con vaivenes

Peleas diplomáticas, anuncios de acuerdos, giras amistosas y disputas comerciales fueron el sello de la relación con México durante las presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).

El distanciamiento más fuerte entre ambos países ocurrió durante la Cumbre de las Américas que se realizó en noviembre de 2005 en la ciudad argentina de Mar del Plata.

George W. Bush, entonces presidente de Estados Unidos, fue con la intención de que se firmara el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero se topó con la negativa de Kirchner y los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Venezuela, Hugo Chávez.

El expresidente mexicano Vicente Fox apoyó a Bush durante la Cumbre y criticó a Kirchner al responsabilizarlo del "fracaso" del ALCA, ya que era el presidente anfitrión y responsable del encuentro, aunque el argentino estaba más que satisfecho con los resultados.

"Que Fox se ocupe de los asuntos internos de México. A mí me votaron los argentinos y me voy a ocupar de los argentinos", respondió Kirchner, lo que dio inicio a una escalada de acusaciones cruzadas entre ambos presidentes.

Aunque semanas después ambos gobiernos dieron por terminado el pleito, la relación bilateral quedó congelada hasta la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia azteca en diciembre de 2006.

En agosto del siguiente año, Kirchner realizó una visita oficial a México para firmar un Tratado de Asociación Estratégica con Calderón, quien a su vez fue a Buenos Aires en noviembre de 2008, ya bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Aunque en apariencia Calderón y los Kirchner estaban distanciados ideológicamente -- ya que el mexicano representaba a un partido conservador y el matrimonio argentino al progresismo--, mantuvieron una relación cercana y amistosa.

La expresidenta, por ejemplo, felicitó en reiteradas ocasiones a Calderón por la guerra contra el narcotráfico y en mayo de 2011 viajó a la ciudad de México para reforzar la cooperación política, económica y cultural.

Sin embargo, en 2012, durante el último año de gobierno de Calderón, Argentina rompió de manera unilateral un acuerdo de libre comercio con el país norteameircano en el sector automotriz, conflicto que llegó hasta la Organización Mundial del Comercio y que se resolvió el año pasado.

Gracias al nuevo acuerdo, ambos países establecieron cupos de ventas y México definió un impuesto del 20 por ciento para las importaciones automotrices de Argentina, tasa que este país elevó a un 35 por ciento en el caso de las importaciones aztecas.

Durante la última década, el intercambio comercial anual de México y Argentina osciló entre 2.000 y 3.000 millones de dólares, nivel que ambos países siempre consideraron bajo debido a que existe un gran potencial para importar y exportar bienes y servicios.

En septiembre de 2012, cuando ya era presidente electo, Peña Nieto eligió Buenos Aires como uno de sus primeros destinos con la intención de demostrar una visión 'latinoamericanista', por lo que se reunió en la Casa Rosada con Fernández de Kirchner.

Pese a que la expresidenta no viajó a México en sus últimos años de Gobierno, sí agradeció en noviembre de 2013 la decisiva intervención del gobierno de Peña Nieto para resolver el conflicto con la petrolera española Repsol por la reestatización de la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales.

La relación bilateral tendrá un nuevo capítulo a partir de mañana, cuando Peña Nieto sea recibido por Mauricio Macri, el presidente que logró derrotar al kirchnerismo y que pretende reforzar las relaciones diplomáticas de Argentina con el resto del mundo.