first republic pacwest western alliance
Bancos regionales estadounidenses.

Las bolsas no están sufriendo de manera significativa a causa de la crisis bancaria que se está viviendo en Estados Unidos y, tal vez por eso, da la impresión de que no se está concediendo a la situación la importancia que tiene. Porque la tiene, y mucha, aunque la mayoría siga creyendo que estos problemas están muy localizados y que no van a acabar extendiéndose ni a todo el sector bancario ni a otras regiones del mundo.

Es difícil pensar que estén quebrando bancos, uno detrás de otro, y que esto no vaya a ir más allá. El mercado tiene claro que sí irá más allá en cuanto a nuevas quiebras de entidades regionales-medianas estadounidenses, pero se empeña en relativizar el alcance de la crisis a un nivel más amplio.

"Parece más que probable que se produzcan nuevas retiradas masivas de depósitos y problemas de liquidez", afirma James Harte, analista de TickMill Group. "Parece que se avecinan más problemas para el sector bancario estadounidense", señala al respecto Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank. "Puede haber más rescates bancarios en EEUU", dijo esta semana Andrea Orcel, CEO de UniCredit.

Los reguladores son de nuevo parte del problema, ya que han adoptado un enfoque 'ad hoc' para cada quiebra

Los hundimientos bursátiles de estas últimas jornadas en más bancos regionales -PacWest, Western Alliance, First Horizon- dejan claro que lo que ocurrió en marzo con Silicon Valley Bank (SVB) y con Signature Bank, y esta misma semana con First Republic, tiene todo la pinta de repetirse. Los expertos alegan que la agresiva política de tipos de los bancos centrales (en este caso, de la Reserva Federal) y una regulación bancaria que se relajó en la época de Donald Trump, son los causantes de la situación. Si a esto se suma un efecto contagio tremendo un tanto 'histérico', el cóctel está servido.

"Lo que empezó como una fuga de depósitos que provocó volatilidad en las acciones y crisis de liquidez (en los bancos), ha llevado al mercado a correr contra bancos que no están sufriendo realmente una fuga de depósitos. Entidades como PacWest y Western Alliance señalan que no han experimentado 'flujos de depósitos inusuales tras la venta de First Republic'", subraya Neil Wilson, director de análisis de Markets.com.

"Existe la sensación de que esta crisis se ha convertido en una profecía autocumplida del miedo, con el mercado adoptando una mentalidad de disparar primero y preguntar después", comenta sobre el tema Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres.

Para Wilson, los reguladores son de nuevo parte del problema, ya que han adoptado un enfoque 'ad hoc' para cada quiebra bancaria: rescate de SVB, ejecución de Signature, 'rescate' de First Republic vía JP Morgan... "Esto alimenta el miedo y hace que los operadores, inevitablemente, sigan preguntándose quién será el próximo hasta que se trace una línea en la arena", afirma.

Con todo, como les decimos, la tendencia es relativizar la crisis y recordar que no se repetirá lo que se vivió en 2008. "Nuestro escenario de referencia sigue siendo que las tensiones bancarias estarán bastante contenidas y no se convertirán en una crisis sistémica más", sostiene Danske Bank, algo muy repetido por los expertos.

Eso sí, como todos, el banco danés 'se cubre las espaldas' y reconoce que esta situación hay que vigilarla muy de cerca, ya que existe un temor creciente a que vaya a más. "Estas cosas se propagan como fichas de dominó que caen una a una como se vio, por ejemplo, durante la crisis de deuda del euro", advierte.

EL SECTOR ES UN "CAOS"

El analista de Oanda Edward Moya, quien ya anticipaba a principios de semana que, después de First Republic, la mira del mercado se pondría en otro banco, tiene claro que "el sector bancario estadounidense es un caos". Así, "los bancos regionales están siendo aplastados y las expectativas de que se produzcan más quiebras siguen siendo elevadas", augura.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, intentó calmar a los mercados el miércoles refiriéndose a la estabilidad del sistema bancario de EEUU, pero esta afirmación pierde todo el sentido cuando, un día después, se ven desplomes de entre el 40% y el 50% en una serie de entidades.

La crisis bancaria seguirá muy presente la próxima semana. Al ritmo que suceden los acontecimientos, no descarten nuevos anuncios de cierres, rescates o ventas forzosas. Mientras tanto las bolsas seguirán aguantando... o no.

Noticias relacionadas

contador