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César González-Bueno, histórico banquero en España, cierra una etapa. El todavía consejero delegado de ING España y Portugal dejará su lugar a Roel Huisman a partir del 18 de noviembre, cuando se retirará para presidir el consejo asesor del banco. Sale así de la primera fila de la banca española, a la que ha pertenecido durante casi treinta años y, especialmente, desde que pilotó el aterrizaje del grupo holandés en España y revolucionó el sector asentando prematuramente la banca digital.

González-Bueno inició su carrera ya en el sector bancario en McKinsey, tras lo cual pasó dos años en Argentaria, la ‘A’ de BBVA, que en aquellos años estaba presidida por Francisco González. No fue hasta 1998 cuando se incorporó a ING para fundar su filial española, que se estrenó al año siguiente.

Fue ese 1999 cuando el grupo consiguió incorporar al mercado su Cuenta Naranja, el producto con el que ING se convirtió en el “otro banco” de unos 200.000 clientes ya en el año 2000. Casi veinte años después, el banco ha multiplicado su clientela por veinte.

La llegada de la entidad supuso una ruptura en los servicios bancarios tal y como se ofrecían hasta el momento, a través de la banca tradicional. ING, de la mano de González-Bueno, irrumpió en un sector dedicado al trabajo con clientes en oficina e inundado por las cajas de ahorro, con su particular sistema de gobernanza y distribución del capital, que quedó extinto tras la crisis financiera. En un momento en el que las entidades españolas comenzaban a hacer sus pinitos en la banca online, ING la impuso como única forma de vida.

El directivo ha pasado la mayoría de los últimos veinte años de su carrera ligado a ING, del que solo se marchó para llevar las riendas de la reestructuración de Novagalicia Banco.

NACIMIENTO DE EVO BANCO

Tras la nacionalización de esta entidad, una parte del negocio se desgajó en EVO Banco, que vio la luz en 2012 con una marca y apariencia completamente distintas a las de Novagalicia Banco.

Por tanto, detrás del nacimiento de EVO Banco, otro clásico de la banca online que a día de hoy ha quedado reducido básicamente a ella tras la compra por parte de Bankinter, también está González-Bueno.

La entidad fue vendida poco después al fondo estadounidense Apollo, que se hizo con ella por unos 60 millones de euros a finales de 2013. La otra parte se convirtió en Abanca y fue entregada a Banco Etchevarría, del Grupo Banesco, bajo el mando de Juan Carlos Escotet.

La privatización definitiva de la antigua caja gallega implicó la salida de González-Bueno del banco y su salto a un mercado bien diferente, el kuwaití. El directivo se incorporó a Gulf Bank en 2014, donde se quedó tres años hasta que ING le requirió de nuevo para llevar las riendas de la filial española tras prescindir de Peter Staal, que puso fin a 25 años de carrera en el grupo. Ya en esta segunda etapa, González-Bueno saltó a la primera fila de la banca europea al hacerse cargo de los negocios de Francia, Italia y Reino Unido.

Durante su mandato, el propio banco ha cambiado de posicionamiento. Atrás quedó el ánimo de ser el “otro banco” para convertirse en el principal con la captación de nóminas después de lanzar una cuenta específica para ello en 2005, un producto que ya tienen unos dos millones de clientes y que llegó después de otros más complejos, como los fondos de inversión (2001), el broker (2002) o las hipotecas (2003). En los últimos años, el banco incluso ha finiquitado su negocio de empresas, una decisión que tomó al no poder dedicarle los recursos necesarios, según expuso en su momento.

Ahora el banco volverá a quedar en manos de un holandés con trayectoria en la casa. Huisman empezó su carrera en 1999 en el grupo trabajando para la fintech Wellowell, de Nationale Nederlanden. En el grupo holandés ha tenido la oportunidad de integrar Postbank e ING Bank, así como de dirigir un programa como ciberdelincuencia, entre otras tareas. Durante los últimos años ha trabajado en TMB Bank, en Tailandia.

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