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Sebastián Albella (CNMV) en un curso de la APIEUIMP

España no está teniendo el éxito que esperaba en captar negocio de Reino Unido por el brexit. El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, así lo ha confirmado y ha echado la culpa de ello a la imagen de inestabilidad del país causada por Cataluña, al modelo fiscal español y a la poca coordinación entre autoridades.

"Los resultados no van a ser espectaculares, van a ser relativamente modestos", ha señalado durante su intervención en un almuerzo organizado por AMF. Las razones de este fracaso, en su opinión, son varias. Primero por la imagen de inestabilidad que ha dado España, especialmente durante el último año, por el procés y la crisis institucional de Cataluña.

No obstante, la "falta de un verdadero impulso o una actuación coordinada por parte de las autoridades y de las autoridades con el sector privado al modo que se ha dado en países como Francia". "Nos hemos quedado muy cortos en este aspecto", ha apuntado Albella, que ha hecho autocrítica del papel de las autoridades en esta iniciativa.

En cuanto a la falta de coordinación entre autoridades, Albella ha señalado que "si la hubiera habido no la habría liderado la CNMV". "Esa posible iniciativa tendría que haber sido promovida e impulsada desde otras instancias. Podríamos haber hecho mucho más. Hemos hecho los esfuerzos que hemos podido", ha añadido.

El presidente de la CNMV también ha achacado este poco éxito de España a su modelo fiscal. "Ha habido pocas medidas para llamar la atención y atraer negocio. Hay países que han modificado su normativa fiscal", ha dejado caer el máximo responsable del supervisor de los mercados.

En este sentido, los "grandes ganadores" del brexit van a ser, según Albella, Frankfurt y París. También Holanda, que ha dado "la sorpresa", pero que tiene elementos para competir, como su cercanía a Londres y que "no tiene problemas con la estabilidad", como España, ha apuntado Albella. Además, Luxemburgo e Irlanda también sacarán tajada, en el primer caso por su "autonomasia en la gestión de activos" y en el segundo por el habla anglosajona y su "facilitación de negocios muy marcada". "Nos vamos a quedar por detrás de estos, pero vamos a estar por delante de otros", ha añadido.

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