- Dispone de seis habitaciones, tres baños, cocina con todo tipo de equipación, garaje con capacidad para cuatro coches
El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia por delitos de malversación de caudales públicos y rebelión, lleva más de tres meses en un autodenominado exilio en Bélgica. Hasta la fecha, su estancia había transcurrido entre Bruselas y Amberes, con carácter marcadamente temporal, pero el alquiler de una mansión en la localidad de Waterloo hace pensar que ahora se ha convertido en algo más definitivo.
El cerco del Gobierno de Mariano Rajoy a su candidatura a la presidencia de la Generalitat se ha estrechado en la última semana. El recurso impuesto ante el Tribunal Constitucional a la resolución del 22 de enero del presidente del Parlament, Roger Torrent, por el que el cabeza de lista de Junts pel Sí se presentaba a la investidura ha dejado sin opciones ‘de facto’ al ex líder del Govern catalán a revalidar su cargo.
A pesar de la carambola de Torrent al aplazar el pleno de investidura sin suspenderlo, es un secreto a voces que su candidatura se sostiene por un pequeño sector del soberanismo. Él mismo expresó su desánimo en una serie de mensajes al exconseller de Sanidad, Toni Comín, que permanece con él en Bélgica. “"Moncloa triunfa. Esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado”, escribió. Y aunque se sinceró en privado, en público reafirmó que es el president: “Soy el Presidente y no me arrugaré ni me echaré atrás, por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos”, escribió en Twitter.
Sin embargo, mientras hasta ahora había permanecido en Bélgica entre un hotel de la capital y la casa de un amigo independentista, recientemente ha decidido alquilar una residencia más estable. Y no una cualquiera, según recoge el diario belga ‘L’Echo’, se trata de una mansión de 550 metros cuadrados y por la que se pedía mensualmente 4.400 euros en la localidad belga de Waterloo, situada a unos 20 kilómetros al sur de Bruselas.
La casa dispone de seis habitaciones, tres baños, cocina con todo tipo de equipación, garaje con capacidad para cuatro coches y terraza de 100 metros cuadrados. El jardín cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados, según este medio.
Así que mientras Cataluña sigue sumida en la parálisis y los soberanistas deshojan la margarita de ‘Puigdemont sí’, ‘Puigdemont no’, él se alojará en la calle Avocat de Waterloo.
