• Ahora, con 87 años, reclama 16 millones de libras al gobierno por los abusos y vejaciones que sufrió en el pasado
  • Le han quedado graves secuelas físicas
seul, corea del sur

La coreana Lee Ok-seon que hoy cuenta ya 87 años vive apartada del mundo y cuenta como hace más de 60 años fue violada a diario por 50 soldados japoneses en la Segunda Guerra Mundial. La joven formaba parte de las llamadas 'mujeres de solaz', aquellas chicas que fueron raptadas por el ejército japonés. Las miles de chicas fueron 'prostitutas militares' en la línea del frente de guerra. Lee Ok-seon reclama ahora más de 16 millones de libras al gobierno por las vejaciones que tuvo que pasar.

El diario ABC ha publicado que la ya anciana coreana, ha concedido una entrevista a 'Daily Mail' donde ha contado que su fatídica historia comenzó cuando únicamente contaba con 7 años de vida. A esa edad, Lee abandonó Corea y la obligaron a trabajar durante años en un restaurante.

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Después, la entonces niña fue vendida a los dueños de otro establecimiento, lugar donde fue víctima del ejército japonés, que la raptaron con 15 años y la trasladaron a Yanjin, ciudad colindante con Corea del Norte. Allí, junto a otras 200.000 niñas y adolescentes más, hechas prisioneras entre los años 1930 y 1945, fue utilizada como esclava sexual. "Me raptaron con 15 años, pero había incluso de 14. Nos dijeron que mantendríamos entre 40 y 50 relaciones sexuales al día", declara la coreana.

"Me raptaron con 15 años, pero había incluso de 14. Nos dijeron que mantendríamos entre 40 y 50 relaciones sexuales al día"

Lee cuenta, según ha informado ABC, que muchas no aguantaban la situación y se suicidaban en el bosque, algo que la protagonista de la historia logró soportar hasta conseguir su libertad a pesar de la cantidad de palizas que le propiciaban los soldados. "Llegaron a blandir un cuchillo cerca de mí y a decir que acabarían conmigo", asegura.

A raíz de esos golpes, Lee ha perdido la vista, los dientes y el oído añadiendo que no ha podido tener hijos a cauda de las inyecciones contra la sífilis que la propiciaban.

Su vida actual

Después de su terrible pasado, Lee Ok-seon vive casi 60 años después en un hotel de Seúl junto a varias mujeres más, también "mujeres de solaz" que han sufrido su misma trayectoria. En ese lugar es donde la protagonista mantiene una batalla legal con el Ejecutivo de su país al que le reclama 16 millones de libras en concepto de los daños que sufrió a causa de esos abusos sexuales y sus secuelas físicas. Sin embargo no queda ahí, la coreana exige una disculpa de los actuales líderes japoneses por los sucesos históricos que cometió su país.

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