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Como me temía, cuando han entrado los políticos en el tema de los fondos de pensiones privados han vuelto a meter la pata. En concreto, por las declaraciones esta semana del ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmando que quiere cambiar la fiscalidad de los planes individuales porque son “regresivos y caros”.

Lo que ha dicho Escrivá me parece de ignorantes, con informes que prepara su equipo de “expertos” que demuestra un desconocimiento brutal del sector de los fondos de pensiones. No debe hablar de los costes porque hay distintas clases de fondos que soportan diferentes comisiones, ni meter a todos en el mismo saco. Hay fondos caros y baratos, como ya hemos explicado otras veces con Feelcapital 50. Eso sí, si solo se fijan en una parte, acaban desinformando a la sociedad. Desgraciadamente, los políticos son así.

Creo que antes de meter miedo a los inversores en fondos de pensiones, deberían empezar a informar a los trabajadores de lo que les espera en su jubilación y cómo piensan pagar las prestaciones. Europa exige que los gobiernos cuantifiquen el importe que cada afiliado a la Seguridad Social va a cobrar cuando acabe su vida laboral. Lo hace precisamente para que sean previsores y piensen si ese dinero será suficiente. Lo hace también para que tomemos medidas cuando realmente podemos. Todo eso parece importar poco a nuestros políticos.

La solución pasa precisamente por hacer lo contrario a lo que está lanzando a los cuatro vientos el Gobierno. Primero, no asustar a los pacíficos ahorradores que quieren complementar su jubilación con el dinero ahorrado en fondos de pensiones; segundo: incentivar, no eliminar como pretenden, el ahorro en estos productos; tercero: obligar al sector a que mejore la oferta de fondos y que realmente correspondan a las necesidades reales de los ahorradores, y cuarto: mejorar la formación financiera de los españoles desde el colegio.

Echar la culpa a los partícipes en fondos de pensiones no es de recibo, como tampoco lo es pretender acabar con una industria que tanto dinero supone para nuestra economía y para las familias que trabajan y viven de ella.

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