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Los doce líderes independentistas acusados por el procés, en el banquillo del Tribunal SupremoPool - Archivo

Medios de comunicación, políticos e independentismo. Todos aguardaban con impaciencia para conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 'procés', tras uno de los juicios más mediáticos de los últimos años en España. La decisión del alto tribunal se estaba haciendo de rogar y, al final, se ha conocido casi sobre el pitido final, ya que la fecha tope que se habían dado los magistrados era el 16 de octubre. Y eso añade otro problema a la ecuación: puede haber protestas en plenas jornadas de puertas abiertas en el Supremo.

Desde el año 2005, el Tribunal Supremo celebra anualmente unas jornadas de puertas abiertas para acercar su actividad a la ciudadanía y dar a conocer el patrimonio histórico y artístico del antiguo palacio y convento de las Salesas Reales, donde tiene su sede, que está ubicado en la Plaza de la Villa de París de Madrid. Este año no iba a ser menos, y en pos de mantener la normalidad pese a lo histórico del momento, volverá a abrir sus puertas al público los días 17, 18 y 19 de octubre.

Esto ha sembrado cierto temor en algunos círculos políticos, donde desde hace días se comenta lo inapropiado que sería tener que lidiar con las protestas de los independentistas catalanes en plena celebración de este evento. Sobre todo, teniendo en cuenta que todos aquellos que acudan a las dependencias judiciales podrán visitar, entre otros lugares, el Salón de Plenos, que es la sala que acogió durante cuatro meses el juicio del 'procés'.

El Tribunal Supremo ha apurado tanto los plazos para dar a conocer su sentencia, en la que ha determinado las penas impuestas a los doce líderes independentistas acusados por el proceso soberanista catalán que derivó en la celebración del 1-O y en la posterior declaración unilateral de independencia (DUI) en el Parlament en 2017, siendo la más severa la impuesta a Oriol Junqueras, que al final podría tener que enfrentarse a un auténtico dolor de cabeza. Y es que el independentismo está ultimando sus protestas en respuesta a la sentencia, al tiempo que caldea el ambiente con nuevas amenazas de autodeterminación, como la lanzada hace unos días por el president de la Generalitat, Quim Torra, que ya le ha valido varias advertencias del Gobierno de Pedro Sánchez. El presidente ha dejado claro que aunque el Ejecutivo esté en funciones podría aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña si fuese necesario.

Y también en los últimos días el Tribunal Constitucional ha dado un tirón de orejas al Parlament que preside Roger Torrent, al anular varios puntos de una resolución aprobada por la Cámara catalana en la que se reafirmaba el compromiso con el derecho a la autodeterminación.

Cabe recordar que de los doce acusados -Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Dolors Bassa, Josep Rull, Carme Forcadell, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Santi Vila, Meritxel Borràs y Carles Mundó- solo tres (Vila, Borràs y Mundó) están en libertad bajo fianza. El resto se encuentra en situación de prisión preventiva. Por eso el Supremo tenía intención de dar a conocer la sentencia antes del 16, ya que si para ese día no se había comunicado habría que haber renovado la prisión provisional de dos de los acusados, los dos 'Jordis', líderes de las entidades soberanistas catalanas Òmnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana (ANC).

Las últimas informaciones apuntan que el retraso a la hora de dar a conocer la resolución se debe a que el Supremo buscaba la unanimidad de los siete magistrados de la sala, liderados por el juez Manuel Marchena.

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