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El operador de la Bolsa de Londres, London Stock Exchange (LSE), se enfrenta a "riesgos únicos" en las elecciones del 12 de diciembre en Reino Unido. Dependiendo del resultado que arrojen las urnas, y de las posibilidades de formar gobierno que haya sobre la mesa, la compañía podría sufrir más o menos dada su exposición a las políticas fiscales y la agenda legislativa. El peor escenario sería, como dice Berenberg, el de la llegada de Jeremy Corbyn al número 10 de Downing Street.

"Las elecciones de Reino Unido crean un riesgo adicional para la London Stock Exchange", dicen los expertos de la firma alemana de análisis, que señalan que aunque estos comicios tienen potencial de afectar a una amplia gama de empresas británicas, la cita en las urnas "crea riesgos únicos para la LSE". Y es que, como dicen, está "expuesta de manera única", sobre todo a cuatro políticas propuestas por el Partido Laborista, que afectarían directamente a las operaciones del grupo.

El resultado que puedan arrojar las elecciones es todo un misterio. Es cierto que el actual primer ministro, Boris Johnson, mantiene desde el primer día una amplia ventaja en las encuestas respecto a Jeremy Corbyn, aunque es un hecho que según se acerca el día 12 los laboristas han ido reduciendo esa diferencia, por lo que no se puede descartar ningún escenario. De hecho, podría darse el caso de que el Partido Laborista sumase junto a otras fuerzas políticas para formar Gobierno.

"Las encuestas sugieren que el apoyo al Partido Laborista ha crecido en las últimas semanas" y que cuenta con "ventajas estructurales, como el hecho de que las circunscripciones de Reino Unido no sean de tamaño uniforme", lo que le da un mayor potencial para la formación de coaliciones. "Eso significa que un Gobierno laborista no puede ser descartado", remarcan los analistas de Berenberg, que insisten en que la London Stock Exchange podría sufrir si Corbyn accede al poder.

LAS CUATRO MEDIDAS LABORISTAS DE LA DISCORDIA

Son cuatro las medidas propuestas por los laboristas que despiertan el recelo de estos expertos:

1. Fondo de propiedad inclusiva (IOF, por sus siglas en inglés): una de las principales propuestas del Partido Laborista es que las empresas transfieran el 10% de su capital a una IOF, con los empleados y el Estado compartiendo las ganancias financieras. Si se implementa esta medida, "hay un riesgo que puede animar a las empresas británicas a reestructurarse y sacar su cotización de la LSE", lo que en opinión de Berenberg "tendría consecuencias negativas para el 13% de los ingresos de la London Stock Exchange, que provienen de la cotización y del comercio secundario".

2. Criterios políticos para las empresas cotizadas: el pasado mes de mayo, el portavoz de Economía y cerebro del Partido Laborista, John McDonnell, reiteró que los derechos humanos, los derechos sindicales y la política medioambiental deberían incluirse en la lista de criterios que valora la LSE para la inclusión de nuevas cotizadas. También argumentó que las empresas que no aborden el cambio climático deberían ser excluidas. Eso, dicen los analistas de la firma alemana, es un problema porque las acciones de petróleo, gas y minería "representan el 15% de los volúmenes de negociación de acciones en efectivo de la London Stock Exchange".

3. Impuesto sobre las transacciones financieras: en 2017 el programa del Partido Laborista hablaba de la necesidad de ampliar el impuesto sobre las transacciones de capital en efectivo en Reino Unido para "cubrir una gama más amplia de activos", pero no daba más detalles. Ahora McDonnell ha aprobado un programa con propuestas específicas al respecto, en el que se habla de un impuesto de 2 a 6 puntos básicos sobre los tipos de cambio y un impuesto de 1 a 3 puntos básicos sobre los derivados de tipos de interés (más de tres meses de duración). "El impacto en las operaciones de la LSE es incierto", opina Berenberg, que cree que hay operaciones que desde ahora podrían considerarse una "transacción financiera", por lo que habría que estudiar a fondo cómo afectaría esta propuesta.

4. Nacionalización de "industrias clave": los laboristas ya incluían en su programa de 2017 el compromiso de nacionalizar las empresas británicas de servicios públicos. "Estimamos que las acciones de las empresas de servicios públicos han generado un 4% de los volúmenes de comercio de acciones en efectivo de la LSE este año", por lo que si se llega a producir esta nacionalización, el impacto será claro, dice la firma de análisis alemana.

"El resultado de las elecciones es incierto, y no hay certeza de que estas políticas se lleguen a implementar bajo un gobierno laborista, especialmente si es parte de una coalición con socios más centristas", considera Berenberg, que a pesar de todo insiste en el riesgo que suponen las elecciones para una compañía que atraviesa un buen momento, que podría ver truncado.

Hay que destacar que London Stock Exchange acumula una subida del 65,93% en lo que va de año. El consenso de analistas de FactSet le otorga mayoritariamente un consejo de compra (58%), frente al de mantener (25%) o vender (17%).Tiene varias operaciones entre manos, aunque hace poco la bolsa de Hong Kong retiró la oferta millonaria que había presentado por ella.

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