macron xi jinping

Los pesos pesados de la política mundial se citan en Pekín. El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha desplazado hasta la capital asiática para mantener una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, con el objetivo de conseguir que el gigante asiático medie en la guerra de Ucrania “para traer de nuevo a Rusia a la cordura y llevar a todo el mundo a la mesa de negociación”.

“Estoy convencido de que China tiene un importante papel que desempeñar en la construcción de la paz. Esto es lo que he venido a discutir, a avanzar. Con el presidente XI Jinping hablaremos también de nuestras empresas, del clima y la biodiversidad, y de la seguridad alimentaria”, señaló Macron en su cuenta de Twitter antes de su reunión con Xi.

Tras más de una hora de reunión “franca y constructiva”, Francia y China están de acuerdo en que tanto Kiev como Moscú deben negociar la paz “lo antes posible” y encontrar una salida “equilibrada” al conflicto, según el Elíseo. Asimismo, han rechazado el uso de armas nucleares en la contienda, así como su proliferación, y han hecho un llamamiento a los aliados de ambos bandos para evitar una escalada de la tensión.

En declaraciones recogidas por la cadena estatal ‘CCTV’, Xi afirmó que China y Francia tienen la capacidad y la responsabilidad de superar las “diferencias” y las “limitaciones” en un momento en el que el mundo está experimentando profundos cambios históricos.

China ha sido ampliamente criticada por su postura ambigua sobre Rusia, a pesar de que Xi ha manifestado en repetidas ocasiones su oposición al conflicto y ha tratado de recabar apoyo internacional para conseguir un acuerdo de paz. Si bien algunos países como Estados Unidos y sus aliados han rechazado cualquier alto el fuego que permita a Rusia mantener sus conquistas en territorio ucraniano, otros países como Francia han puesto en valor los intentos de Pekín de llegar a una solución diplomática.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también se ha desplazado por primera vez desde que asumió el cargo hasta la capital del gigante asiático para entrevistarse con el presidente chino. En la previa de su reunión, la mandataria germana ha señalado que las relaciones comerciales entre China y los Veintisiete son “amplias y complejas” y ha recalcado que cómo las gestionemos repercutirá en la prosperidad y la seguridad de la Unión Europea”.

“China es un socio comercial crucial, pero las empresas de la UE se enfrentan a muchos obstáculos discriminatorios. Las empresas europeas tienen mucho que ofrecer a China. Pero necesitan igualdad de condiciones para invertir y ofrecer sus bienes y servicios”, ha explicado Von der Leyen, quien cree que el déficit comercial comunitario está aumentando “debido a prácticas discriminatorias”.

“He hablado con el primer ministro Li de cómo reequilibrar nuestro comercio. Deberíamos reanudar nuestro Diálogo Económico y Comercial de Alto Nivel para abordar esta cuestión”, ha añadido la presidenta del Ejecutivo europeo.

China fue la mayor fuente de importaciones de la UE y el tercer comprador de productos comunitarios en 2022, lo que pone de relieve la importancia económica de Pekín para Europa. Esto es especialmente relevante cuando el crecimiento económico de la Unión es particularmente vulnerable al transcurso y desenlace de la guerra en Ucrania.

Cabe recordar que el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió la semana pasada con Xi. Asimismo, está previsto que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, viaje a China la próxima semana.

ESTRECHAR LAZOS TRAS EL AUMENTO DE LA TENSIÓN CON EEUU

Según analistas consultados por ‘Reuters’, Macron y Von der Leyen podrían adoptar un papel de “poli bueno, poli malo” en China, con el presidente francés promoviendo estrechar lazos con la potencia asiática y la mandataria comunitaria exponiendo las cuestiones más espinosas y las líneas rojas de la relación entre Bruselas y Pekín. Según apunta la agencia de noticias, Macron ha viajado hasta la capital asiática con hasta 50 representantes de empresas francesas como Airbus, LVM o EDF.

Y es que el cónclave entre mandatarios llega en un momento en el que las relaciones entre China y Estados Unidos han vuelto a agriarse. Según distintas fuentes, Pekín busca que Europa no se sume a la postura belicista de Estados Unidos, a pesar de su clara inclinación hacia este bando, especialmente en lo que se refiere a la exportación de tecnologías clave que puedan lastrar el crecimiento de la segunda economía mundial.

Según ha publicado en una editorial el medio de comunicación estatal chino ‘Global Times’, se espera que la visita de Macron produzca “resultados concretos en la promoción de la cooperación económica y comercial entre China y Francia, así como en el aumento de la confianza política mutua”.

“Vale la pena señalar que varias fuerzas en Europa y Estados Unidos están prestando mucha atención a la visita de Macron y ejerciendo influencia en diferentes direcciones. En otras palabras, no todo el mundo quiere que la visita de Macron a China se desarrolle sin problemas y con éxito”, añaden desde el diario asiático.

En este sentido, cabe señalar que China ha criticado las últimas medidas adoptadas por Japón en lo referente a las exportaciones de chips al entender que responden a la presión de Estados Unidos. En los últimos meses, Washington ha promovido una extensa normativa para impedir que China obtenga o fabrique chips avanzados, mientras que algunos socios como Países Bajos han anunciado una serie de limitaciones a la exportación de equipos avanzados de fabricación de semiconductores.

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