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Los mercados emergentes van a sufrir un duro 'golpe' por la guerra de Ucrania. Esa es la idea que están trasladando los expertos, que afirman que el 'efecto dominó' que va a provocar la inflación, ante la subida de precios por la interrupción del suministro de materias primas y recursos de Rusia y Ucrania, podría tener un impacto de gran alcance en los emergentes. De hecho, solo se salvarán los exportadores netos de materias primas.

"Aunque Rusia se está alejando del universo de los mercados emergentes mediante su exclusión de los índices de deuda y acciones" MSCI EM y FTSE Russell como parte de las sanciones tras la invasión de Ucrania, "su papel como exportador clave de materias primas tendrá efectos de gran alcance en todos los mercados emergentes que los inversores deben tener en cuenta", afirman los expertos de Janus Henderson.

Explican que el peso ruso en los índices y en las carteras de los inversores ya "era reducido" antes del conflicto armado, por lo que esta exclusión "podría limitar el contagio más amplio al resto de los mercados emergentes con el tiempo", teniendo en cuenta que "el obstáculo para su inclusión de nuevo es alto y creemos que harían falta años y un cambio de régimen en Rusia para que el país fuera considerado de nuevo para su inclusión".

Sin embargo, aunque algunas empresas rusas han sido sancionadas directamente, muchas no lo han sido, y la visibilidad de dónde pueden caer las sanciones "es escasa". Eso, unido al hecho de que muchas de las mayores empresas de Rusia son productoras de energía o de materias primas, lleva a Janus Henderson a pensar que "es difícil prever una sustitución ordenada de estas fuentes de producción".

"Junto con las sanciones existentes sobre el suministro de energía de Rusia a otras naciones, la fuerte inflación de los precios de las materias primas puede tener implicaciones más allá de las empresas a las que las sanciones afectan directamente", dicen los estrategas de la gestora británica. Y aunque Moscú se ha alejado de los mercados internacionales, "su papel en el suministro de metales, minerales, productos agrícolas y energía no se puede desviar tan claramente".

Eso está teniendo efectos directos sobre la inflación, y Janus Henderson afirma que para muchas economías de los mercados emergentes "la inflación provoca un 'efecto dominó' que afecta a los ingresos reales de los consumidores, a los márgenes de las empresas en la producción industrial y a la salud de las economías con una relación de intercambio más débil (el valor de las importaciones supera a las exportaciones) e incluso a los esfuerzos de descarbonización".

Un ejemplo de cadena de suministro afectada es el gas natural y los minerales utilizados para fabricar fertilizantes artificiales, "cuya escasez o aumento de precios podría impedir la calidad de los cultivos para alimentar a la población". Y la fuerte inflación de los precios de los productos alimenticios también es evidente porque Rusia, junto con Ucrania, es un exportador clave de trigo, maíz, cebada y aceite de semilla de girasol.

"Esto eleva la factura de las importaciones de las economías de los mercados emergentes, que son especialmente vulnerables a ello, ya que la dependencia de las importaciones de trigo y fertilizantes, por ejemplo, es mayor en las economías de los mercados emergentes, con pocas excepciones de los mercados desarrollados", destacan desde la gestora. Recuerda que los alimentos y la energía ocupan un lugar más alto en la cesta del índice de precios al consumo (IPC) de los emergentes. "En las economías de renta alta, los alimentos suelen representar menos del 15% de los índices de precios, mientras que en las economías emergentes pueden superar el 30% del gasto de los hogares".

En este punto inciden también los expertos de Schroders. "Para los países emergentes con menor renta, la energía y los alimentos suelen representar una parte mayor de los índices de precios al consumo (IPC). India es especialmente vulnerable, ya que los alimentos representan más del 50% de la cesta del IPC. Para muchos países emergentes, la proporción de la cesta del IPC se sitúa entre el 20% y el 40%", remarcan.

Además, dicen los analistas de esta otra gestora británica, el principal impacto de la invasión rusa de Ucrania en el crecimiento mundial se ha producido a través de las materias primas. "Para los mercados emergentes que son importadores netos de materias primas, el aumento de los precios presionará las cuentas externas y pesará sobre sus divisas, aunque el efecto variará según la economía y la exposición específica a las materias primas".

En cambio, apunta Schroders, "los países emergentes exportadores de materias primas están relativamente mejor posicionados". Estos países se encuentran, en general, en Latinoamérica y Oriente Medio. Asia, Malasia e Indonesia también se beneficiarán, afirma. Algo con lo que coinciden los expertos de Janus Henderson: "Los exportadores netos de productos básicos pueden beneficiarse de los precios elevados y utilizar sus ricos suministros de materias primas para satisfacer las necesidades del mundo en los casos en los que se produzcan interrupciones", destaca.

CRECIMIENTO MÁS DÉBIL, MÁS INFLACIÓN Y DIFICULTADES DE FINANCIACIÓN

Por su parte, S&P Global Ratings ha publicado un informe sobre los efectos de la guerra en los mercados emergentes de la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), y apunta que las perspectivas económicas se han ensombrecido, de forma que ahora se espera "un crecimiento más débil, una mayor inflación y unas condiciones de financiación más estrictas".

"Aunque las implicaciones totales son muy inciertas, las principales repercusiones serán el debilitamiento del comercio, de las condiciones de financiación y la confianza de los inversores y consumidores, así como el aumento de los precios de la energía", destaca S&P, que apunta que "la Europa emergente está muy expuesta a las consecuencias del conflicto debido a su proximidad geográfica y económica" con los países en conflicto.

Los expertos de esta firma destacan también que el aumento de los precios de la energía y de los alimentos "está añadiendo importantes presiones inflacionistas", y la debilidad de los tipos de cambio "agrava estas tendencias". Por ello, han decidido recortar más de un punto porcentual su anterior previsión de crecimiento del PIB para Polonia y Turquía.

"Para el resto de los países emergentes de EMEA, el panorama es mixto", y es que "los vínculos comerciales directos con Rusia son, en general, limitados, mientras que el repunte de los precios de las materias primas está beneficiando a algunos exportadores, como Arabia Saudí (petróleo) y Sudáfrica (mineral de hierro y metales del grupo del platino)".

No obstante, la desaceleración del crecimiento mundial y el golpe a la confianza "pueden limitar estas ganancias". Además, explica S&P, las economías que exportan diversas materias primas pero importan petróleo, como Sudáfrica, "se enfrentan a una mayor factura de importación de petróleo y a un aumento de los precios internos de la energía. El aumento de los precios de los alimentos y la interrupción del suministro de alimentos son riesgos importantes para el Norte de África".

En su opinión, un conflicto prolongado que provoque interrupciones más graves en el comercio, las cadenas de suministro y, posiblemente, el suministro de energía "es un riesgo clave para los mercados emergentes de la región".

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