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El president de Seat, Luca de Meo, ofereix una conferència sobre micromovilitat urbana durant la novena edició de la Smart City Expo World Congress (SCEWC), a Barcelona (Espanya), 19 de novembre del 2019.David Zorrakino - Europa Press

Seat sigue bajo el foco en medio de las protestas y cortes de tráfico y carreteras en Barcelona y toda Catalunya que, aunque han disminuido de intensidad en las últimas jornadas, no han remitido del todo. El fabricante de automóviles ha vuelto a ser noticia por sus anuncios durante el Smart City Expo World Congress, con los que ha mandado un mensaje de plena confianza sobre su negocio en la región, mientras la cautela y cierta psicosis se han instalado entre sindicatos y otros sectores, que mantienen un ojo puesto en la planta de Martorell.

Buena muestra de ello es la sobreatención que ha recibido una parada de producción esta semana, que en otro contexto hubiera pasado más desapercibida, comentan fuentes conocedoras. La decisión de la empresa se produjo este miércoles, cuando un incendio en un proveedor local dejó a varias líneas de producción sin un componente para los vehículos. Durante esta suspensión de la actividad, que se ha prolongado al viernes, se ha retrasado el acabado de más de 2.000 vehículos, según personas conocedoras.

El incidente no ha tenido mayor trascendencia, pero acontece cuando "el clima está abonado para la alarma", explican los expertos, a causa de la tensión derivada de unas declaraciones del presidente ejecutivo de Seat, Luca de Meo, la semana pasada, que han puesto en guardia al Govern de la Generalitat y a CCOO y UGT. Además, la planta de Martorell se vio afectada durante los violentos disturbios que se desataron en Cataluña tras la sentencia del 'procés' hasta el punto que tuvo que suspender su producción puntualmente a mediados de octubre, en una planta que coloca en el mercado medio millón de vehículos al año. La dirección, sin embargo, asegura que no se producirán retrasos en las entregas.

De Meo, por su parte, quiso dejar atrás la polémica durante la presentación del nuevo modelo de motocicleta eléctrica que la marca desarrollará para el grupo Volkswagen. En el marco del Smart City Expo World Congress, el salón de ciudades inteligentes que se ha celebrado hasta este jueves en la capital catalana, ha anunciado, además, que desde Barcelona se desarrollarán todas las soluciones de micromovilidad para la matriz alemana.

Durante un encuentro con los medios, De Meo trató de disipar los nubarrones que se ciernen sobre la actividad de la planta de Martorell al señalar que "yo lo único que pido es que me dejen trabajar", para añadir que "no habla de alta política". Hace tan solo una semana, su valoración de los altercados que obligaron a cerrar la plata durante la huelga del 18 de octubre provocaron que hasta la misma Generalitat tuviera que salir al paso del revuelo generado cuando el directivo declaró que la situación "no ayuda a los inversores a facilitar la idea de apostar por Catalunya".

De Meo, también máximo representante del grupo Volkswagen en España, desanda ahora sus pasos, pero llegó a asegurar que, si la situación en Cataluña continúa, el consorcio alemán tiene otras opciones, ya que dispone de plantas en casi todos los países de Europa. No es la primera vez que los rumores sobre el desmantelamiento de las instalaciones en la provincia de Barcelona corren como la pólvora. Durante la diáspora empresarial del 1-O fueron una constante y la empresa recibió presiones de la Casa Real para seguir al resto de más de 4.500 compañías que cambiaron su sede social a finales de 2017.

Bolsamanía también ha podido saber, por medio de fuentes próximas a la dirección de la automovilística, que la empresa elaboró un plan de contingencia del traslado de la factoría, pero abandonó la idea por el elevado coste de movilizar a todos los obreros cualificados o volver a contratarlos. Con todo, los sindicatos tienen la mosca detrás de la oreja.

Los secretarios generales de UGT y CC.OO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, manifestaron en una rueda de prensa de esta semana que la situación en Cataluña "no se puede mantener en el tiempo" y que hay que luchar por una "normalización social y política". Sobre el aviso de De Meo, lo valoraron como "la expresión de una situación que no se debe prolongar". Álvarez reconoció que hay cierto "miedo". "No es una queja ni una advertencia, sino un estado de ánimo", apuntó.

El Govern catalán también ha tomado cartas en el asunto está estudiando viajar a Alemania para reunirse con directivos del Grupo Volkswagen tras una petición del comité de empresa de Seat. Fuentes de la dirección aseguran, sin embargo, que aún no se ha producido una petición formal y tratan de desvincular esta misión catalana del contexto político de la región.

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