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El acuerdo para igualar las condiciones de todos los empleados de Santander tras la integración de Popular peligra. La entidad no consigue llegar a un acuerdo con los representantes de los trabajadores sobre este tema, cuya negociación ha vinculado a otra relativa a la modificación de los horarios de las oficinas ‘Smart red’.

Al comenzar este proceso negociador, el banco puso sobre la mesa la necesidad de modificar los horarios de los gestores comerciales que trabajan en las oficinas ‘Smart red’, un tipo de sucursal distinta a la tradicional, más grande, en la que Santander ofrece centros de atención y asesoramiento al cliente.

La entidad quiere que estos empleados trabajen todas las tardes entre semana menos las de los viernes y como compensación a estos cambios ha ofrecido una paga adicional de 2.200 euros, que inicialmente fijó en 1.800 euros.

Los sindicatos han pedido al banco desde el inicio de las negociaciones que separara este tema de modificación de horarios del referido a la homologación, pero la respuesta de Santander ha sido siempre la misma: no. “De homologación se está hablando muy poco”, lamentan desde CCOO.

La negociación sobre los horarios de las oficinas ‘Smart red’ “ha enquistado mucho la negociación”, apuntan fuentes de Fine, que critican que “no puede ser que la negociación de los horarios suponga una moneda de cambio”.

PROPUESTAS DE SANTANDER

Sí es cierto que la entidad ha realizado algunas propuestas sobre la homologación, pero los sindicatos lamentan que el grueso de las conversaciones se está centrando en el tema de las oficinas ‘Smart red’.

Entre otras iniciativas, la entidad planteó introducir dos semanas de licencia o permiso especial antes del parto, es decir, con anterioridad a la baja maternal . Además, propuso sustituir el fondo de ayudas con el que cuentan los trabajadores de Santander por una prestación por familiares con discapacidad que se abona de forma automática y que replicaría el sistema de Popular.

La falta de acuerdo podría llevar a una situación que los sindicatos querrían evitar, en la que Santander decidiera dar portazo a esta negociación. La entidad podría decidir cerrar la mesa de negociación en cualquier momento e imponer los nuevos horarios “de forma unilateral”.

En todo caso, los sindicatos advierten de que en el hipotético cierre de la mesa de negociación hay “muchas variables en juego”. De hecho, según explican fuentes del sindicato Fine, una vez se cierre la fusión jurídica, entre septiembre y octubre de este año, la entidad y los sindicatos tendrían todavía un año más para negociar las condiciones, por lo que no se produciría un cierre de la mesa a corto plazo.

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