El CEO de Expedia, Mark Okerstrom, ha dimitido de todos sus cargos de efecto inmediato por las discrepancias que se han producido entre el equipo ejecutivo y la Junta Directiva respecto a la estrategia de la OTA. Esta no ha sido la única baja de la compañía, el director financiero también ha renunciado a su puesto.
El mercado está premiando la salida de Okerstrom y la agencia de viajes está disparada en el parqué. Sus títulos han registrado una subida del 6,21%.
En noviembre Expedia publicó unas cuentas trimestrales bastante decepcionantes, con una ganancia del 22% interanual y un ebitda muy ajustado, que se atribuye al uso de canales de marketing de alto coste. Las acciones de Expedia se dejaron un 27% tras la publicación de los resultados.
En un comunicado, el presidente de la compañía, Barry Diller, ha explicado que, a comienzos de 2019, Expedia acometió una "ambiciosa reorganización" que, aunque "conceptualmente sonaba bien", resultó en una "pérdida material del foco de nuestras operaciones actuales". A su vez, esto provocó unos resultados "decepcionantes" en el tercer trimestre y unas "pobres" previsiones a corto plazo.
