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LetterOne trabaja a contrarreloj para hacerse con el control de DIA. Por un lado, ven necesario llegar a la junta de accionistas en pleno período de aceptación de su oferta pública de adquisición voluntaria. Por otro, están en plena campaña para sumar el mayor apoyo posible a su plan y bloquear así la pretendida ampliación por 600 millones que pretende el consejo para rescatar la compañía.

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El fondo de Mijaíl Fridman se ha puesto manos a la obra para sumar apoyo a su opa por DIA. Goldman Sachs, su socio asesor en la operación, ha empezado por los analistas españoles. Esta primera cita ha dejado a los expertos algo tibios, según ha podido saber este medio. Hay demasiadas variables sobre la mesa para asegurar que su jugada vaya a salir bien, comentan. Aun así, que Fridman saque adelante su opa es un escenario más probable que la llegada de un caballero blanco.

El principal accionista de la cadena de supermercados prevé registrar el folleto de la opa en los próximos días para que, según los plazos legales, el período de aceptación ya haya comenzado cuando DIA reúna a sus accionistas. Según la cadena de supermercados, la junta general se celebrará "previsiblemente, y en segunda convocatoria", el próximo 20 de marzo. Fridman tiene un mes por delante para lograr su objetivo.

Desde que registre el folleto de la opa, la CNMV tiene una semana para admitir a trámite la operación y 20 días hábiles para aprobarla. Con esos plazos a la vista, el fondo del magnate ruso calcula que el período de aceptación -que tiene que durar entre 15 y 70 días- ya habría comenzado para la fecha de la junta. Eso sí, el plazo para su aprobación se reinicia si el regulador solicita a LetterOne información adicional, por lo que desde el fondo tratan de pulir el documento al máximo y estar preparados ante la posibilidad de consultas adicionales.

RECHAZAR LA AMPLIACIÓN

Con la opa ya en aceptación o no, LetterOne tiene claro su rechazo a la ampliación de capital que pretende el consejo de DIA. Una de las condiciones de su oferta es que no se amplíe capital antes de que concluya su opa. Para bloquear la operación, necesitan sumar apoyos.

Los números podrían salir a favor de LetterOne. La asistencia media de las últimas juntas de accionistas de DIA se sitúa en un 60%. En una ocasión como esta se espera un mayor poder de convocatoria, pudiendo alcanzar fácil el 80%, apuntan fuentes financieras. De ese porcentaje, Fridman necesita que la mitad de los asistentes rechace la ampliación en primera convocatoria y, si finalmente se celebra en segunda convocatoria, para sacar adelante la ampliación se necesitará la votación de dos tercios del capital presente.

El capital de DIA se reparte entre LetterOne (29%), inversores institucionales (51%) y particulares (20%). Además de su capital, Fridman cuenta con el 5,69% de Goldman Sachs. Desde el consejo de DIA ya trabajan para granjearse el apoyo de los minoritarios, un voto que puede ser crucial, como cuenta El Confidencial. Para los analistas, no es impensable que Fridman logre el apoyo para frenar la ampliación de 600 millones ya que ofrece una salida a los inversores, tanto institucionales como particulares, para evitar la dilución que supondría esa ampliación de capital.

SIN ESPERANZA EN UNA CONTRAOPA

Desde que LetterOne lanzara la opa, han surgido varios grupos de accionistas minoritarios buscan de forma activa un caballero blanco que, con una oferta mejor, impida a Fridman hacerse con el control de la empresa.

A los movimientos del consejo de administración de DIA, que está en pleno 'road show' para explicar su plan estratégico y sumar apoyos de cara a la próxima junta de accionistas, se suman el de los dos grupos de minoritarios que han hecho más ruido en los últimos días.

Por un lado está el sindicado de accionistas que integran Pedro Gómez-Pablos, Gregoire Bontoux y Jean Derély, que agrupan un 3% del capital. Su objetivo es formular una contraopa que compita con la de LetterOne y hacerse con el control de DIA con el objetivo de reflotar la compañía. Prevén sumar a su grupo a a empresarios y ‘family offices’ con los que tengan “buena relación” para “dar la batalla” al magnate ruso.

Por otro, la Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD), un grupo de unos 300 accionistas minoritarios que controlan alrededor del 2% del capital y que también sondean al mercado en busca de uno o varios caballeros blancos para frenar a Fridman. Su objetivo principal es formar un “núcleo duro” de inversores españoles que mantengan la compañía en manos nacionales y que la acción de DIA recupere su valor real después del vapuleo al que la han sometido los fondos especuladores.

Aunque en la pelea por DIA también han sonado como interesados gigantes del retail como Carrefour o Lidl, la reacción del mercado a los avances de esta semana hace pensar que los inversores desconfían ya de que se logre ese deseado ‘caballero blanco’.

Los títulos de DIA han caído esta semana por debajo de los 0,67 euros, precio de la oferta voluntaria de Fridman, después de varios días por encima de los 0,70 euros alentados por la posibilidad de una oferta mejor. Esto sumado a la salida de dos de los fondos de inversión más agresivos, Citadel y Marshall Wace, da pistas sobre el camino que podrían seguir el resto de los fondos: vender en el mercado -a mejor precio que hace dos semanas-, o acudir a la opa de LetterOne, porque no habrá una oferta mejor. Según los expertos consultados, no hay margen para presentar una contraoferta y que tenga éxito.

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