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Francisco González recibe el premio al liderazgo empresarialEUROPA PRESS
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Francisco González no puede esconderse más. El tribunal del caso Bankia, presidido por la magistrada Ángela Murillo, le ha llamado a declarar como testigo el próximo miércoles, por lo que tendrá que enfrentarse a la opinión pública por primera vez desde que el caso Villarejo salpicara a BBVA y la presión le obligara abandonar sus cargos en el banco. En la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares, el exbanquero tendrá la oportunidad de ajustar cuentas con dos de sus mayores rivales: Rodrigo Rato y Luis de Guindos, expresidente de Bankia y exministro de Economía, respectivamente.

El expresidente de BBVA no ha realizado ninguna aparición pública desde que se conoció que la entidad podría estar salpicada por el caso Villarejo. Según publicaron medios como Moncloa.com o El Confidencial, BBVA habría espiado, a través de Grupo Cenyt, la empresa del excomisario de Policía José Manuel Villarejo, a empresarios, autoridades y periodistas a raíz del asalto a BBVA que quiso perpetrar Sacyr en 2005.

El asunto está judicializado y es posible que González, a quien las informaciones publicadas apuntan como responsable de la contratación de Grupo Cenyt, sea finalmente imputado después de que la Audiencia Nacional haya admitido la personación en el caso de Luis del Rivero, expresidente de Sacyr, y el exministro Miguel Sebastián, principales afectados por el presunto espionaje.

Sin embargo, su letargo se verá perturbado por otra causa judicial, la que investiga las responsabilidades penales por la salida a bolsa de Bankia, que se encuentra en fase de juicio oral desde el pasado mes de noviembre. Por los pasillos de la sede de la Audiencia Nacional han desfilado ya todos los encausados y es turno de los testigos, entre los que se encuentra González.

LA “DIMISIÓN” DE RATO

El expresidente de BBVA tiene la oportunidad de ajustar cuentas con dos de sus mayores rivales: Luis de Guindos y Rodrigo Rato. González deberá respaldar alguna de las dos diferentes versiones que han vertido ambos sobre la “dimisión” de Rato y sus últimos días como principal gestor de la entidad.

De acuerdo con la versión del expresidente del banco semipúblico, González fue el primero que le sugirió que debía presentar su renuncia al cargo. Fue en una de las varias reuniones que mantuvieron ambos en la sede del Ministerio de Economía con los expresidentes de Santander y La Caixa, Emilio Botín e Isidro Fainé, respectivamente, y el exministro de Economía De Guindos a principios de mayo de 2012, días antes de su abandono de la entidad.

“La última [reunión] fue el día 5 [mayo de 2012] y ahí el presidente de BBVA primero y luego el ministro pidieron mi dimisión”, apuntó Rato durante su defensa a preguntas del fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, que se encargó de parte de su interrogatorio.

“El presidente de BBVA me había dicho que, habiendo sido ministro del PP, no era bueno que fuera presidente de un banco”, explicó Rato, según cuya versión el único motivo que le dio De Guindos para pedirle después su renuncia fue que “era mejor” que cesara. Tras pedírselo González lo hizo De Guindos y horas después el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. “El ministro me dijo que lo hiciera inmediatamente, sin ningún tipo de reunión, y así lo hice”, relató.

El exministro, sin embargo, negó que estos hechos tuvieran lugar conforme al relato de Rato. Según declaró la semana pasada como testigo del caso por videoconferencia, en esas reuniones no se trataron “cuestiones personales” de Rato. De Guindos, además, enmarcó este tipo de encuentros, que se realizaban sin la presencia del Banco de España, en la normalidad del día a día de un ministro. “Igual me reunía con las eléctricas y no estaba el regulador eléctrico”, añadió como ejemplo de esa normalidad.

González declaró durante la fase de instrucción del caso Bankia que "la contabilidad es un chicle"

En sede judicial, De Guindos relató que hubo dos reuniones de este tipo a principios de mayo de 2012, los días 4 y 6. La primera fue convocada para explicar a los banqueros el nuevo real decreto ley (Guindos II), que requería 30.000 millones más de provisiones y que se publicaría poco después, mientras que la segunda se celebró a petición de Rato, que quería explicar al resto su nuevo plan de saneamiento, que contemplaba una inyección de 7.000 millones por parte del FROB.

También tendrá oportunidad González de hablar de la gestión al frente de Bankia de José Ignacio Goirigolzarri, quien fuera su número dos y al que él mismo despidió en el momento en el que debía jubilarse. González nunca ha escondido su animadversión hacia Goirigolzarri, como cuando se refirió a él como “Papá Noel” en referencia a que Bankia decidió devolver automáticamente todo el dinero indebidamente cobrado por las cláusulas suelo sin necesidad de pasar por sede judicial o por el mecanismo extrajudicial diseñado por el Gobierno: "Me gustaría ser Papa Noel todas las mañanas, pero tengo que respetar a nuestros clientes y accionistas".

“LA CONTABILIDAD ES UN CHICLE”

Esta no será la primera vez que González declare en el caso Bankia. Ya lo hizo en la fase de instrucción, durante la cual declaró como testigo que “la contabilidad es un chicle”. Quería explicar así la gran diferencia que existía entre las primeras cuentas de Bankia del ejercicio 2011 (que reflejaron un beneficio de 309 millones de euros), las que presentó sin auditoría, y las reformuladas a finales de mayo de 2012 (pérdidas de 3.318 millones). Dijo de las primeras que no eran creíbles.

González fue entonces crítico con la gestión de Rato al frente de Bankia, aunque afirmó que se podría haber mantenido al frente de la entidad si el Gobierno hubiese aprobado el plan que preveía la inyección de 7.000 millones de euros por parte del FROB.

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