El Corte Inglés evita, al menos, de momento, un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) a la plantilla afectada por el cierre de sus establecimientos, como consecuencia del estado de alerta provocado por el Covid-19. Así lo aseguran fuentes del grupo de distribución, que matizan que la situación cambia día a día.
Desde finales de la pasada semana, la compañía de grandes almacenes echó el cierra a sus principales establecimientos, primero en Madrid y luego en el resto de España, con la excepción clave de su zona de alimentación. También de la cadena Supercor. Ambos permanecen abiertos por tratarse de servicios de primera necesidad. De hecho, según indican desde el grupo, estos servicios han tenido que reforzarse.
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La situación cambia día a día, más aún después de que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobara este martes la exoneración del pago de cotizaciones a las empresas que, en lugar de despedir trabajadores, pongan en marcha un ERTE. Estos expedientes se considerarán realizados por fuerza mayor y, tras su realización, el Estado se hará cargo de las prestaciones por desempleo de todos afectados por el cese temporal de empleo, durante el tiempo que dure la situación actual por el coronavirus.
COLCHÓN TRAS RENEGOCIAR CON LA BANCA
El Corte Inglés recuerda que hace sólo unos días cerró un acuerdo de refinanciación con la banca, para ampliar el plazo de su pasivo de 2.000 millones de euros hasta 2025, con un tipo de interés inferior al 1%. Esta refinanciación consta de un préstamos a largo plazo de 900 millones y de una línea de crédito de 1.100 millones de euros. Un acuerdo que le da, asegura, margen de maniobra.
La situación, como asume el grupo es cambiante día a día. En las últimas jornadas, la compañía se ha centrado en reforzar los 'super' y la venta a mayores de 65 años en los centros de alimentación que permanecen abiertos. Además, de ampliar la plantilla en las actividades de entrega a domicilio y compra online. En conjunto, la plantilla de todo el grupo El Corte Inglés alcanza los 80.000 empleados.
