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Exterior de un establecimiento de El Corte Inglés.EL CORTE INGLÉS - Archivo

El sector textil no ha sido de los más atrevidos a la hora de lanzarse a los mercados cotizados, con la salvedad de Inditex, el gran gigante de la moda española, que dio el salto al parqué allá por 2001 y mantiene el liderato como empresa del Ibex con mayor capitalización. Sin embargo, poco a poco, compañías de carácter familiar como El Corte Inglés o Mango han dado el paso. De momento, apostando por la deuda, por ejemplo, vía emisiones de pagarés.

“En nuestra opinión, no es solo que las compañías de ‘retail’ hayan perdido el temor a los mercados cotizados sino también que los mercados cotizados han perdido el temor a algunas compañías de 'retail' que han sabido transformarse con éxito”, explica a Bolsamanía Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Retail de KPMG en España.

Una transformación que consiste, explica el responsable de distribución de la firma, en que “están adaptando sus modelos operativos y de negocio, y sus capacidades y talento, a la nueva realidad del consumo (desarrollo del comercio 'online' directo o a través de plataformas, integración 'offline' y 'online', integración de la cadena de suministro, cambio de un modelo 'push' a un modelo 'pull', etc.) empiezan a ver los resultados, tienen una proyección más sólida, sostenible y creíble y afrontan el futuro con mejores perspectivas. Esto se traduce en una mayor confianza de sus 'stakeholders' y genera que los mercados financieros y de capitales sean más receptivos”.

De momento, los pasos son graduales. En el caso de El Corte Inglés ha ido ampliando su emisión de pagarés lanzada en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) ante la positiva respuesta por parte de los inversores. En su caso, la salida a bolsa sigue siendo una expectativa a futuro que no está marcada en su calendario.

LAS CIFRAS

La compañía del triángulo verde ha elevado este mes de diciembre el límite de su emisión hasta los 1.200 millones de euros, un colchón que le permite reducir su dependencia de la deuda que mantiene con las entidades bancarias, 2.300 millones de euros, que también está abierta a refinanciar.

En el caso de Mango las cantidades son mucho más modestas. La compañía catalana mantiene un saldo vivo máximo de hasta 200 millones de euros, según el folleto que también remitió al MARF, pero se quedará en el entorno de los 30 millones de euros.

Unas emisiones que, además, han llevado a ambas compañías a señalar a los inversores cuáles son los riesgos a los que se enfrenta su actividad, bien sea la inestabilidad política tras las últimas elecciones, en el caso de El Corte Inglés; o la posibilidad de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, como ocurre con Mango.

Ninguna de las dos compañías tiene en sus planes actuales salir a cotizar, tampoco Tendam, la antigua Cortefiel, sobre la que sobrevuela esta opción desde hace años y que no está planificada. En su caso, en el corto plazo, los fondos que la controla, CVC y PAI, están más centrados en el crecimiento interno, tras reestructurar la empresa, que en convencer a los inversores.

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