bancos definitivo

Los bancos españoles ya están poniendo en marcha sus planes de choque para afrontar el horizonte de la política de tipos del Banco Central Europeo (BCE), que no se ve muy optimista para las entidades financieras. En España, la banca cobra ya casi un 0,2% por los depósitos de las empresas, aunque aún no ha tomado la misma medida con los minoristas.

Las expectativas depositadas por los bancos españoles en una subida de tipos se vieron frustradas cuando el organismo que preside Mario Draghi decidió no solo no dar la vuelta a la curva de tipos, sino empujarla a la baja. Aunque aún no ha recurrido a bajadas de tipos, en su última reunión, celebrada hace casi un mes, decidió rebajar aún más la facilidad de depósito, que es la penalización que tienen que pagar los bancos por su exceso de liquidez en el BCE.

La situó en el -0,5%, de forma que aumentó el gravamen que tienen que pagarle las entidades, aunque introdujo una medida compensatoria para paliar el efecto negativo de los tipos bajos en su rentabilidad del que tanto se lamentan las entidades. Y eso que el BCE ya ha dicho en alguna ocasión que su trabajo no es hacer que los bancos ganen dinero.

De acuerdo con los últimos datos oficiales del Banco de España disponibles, las entidades cobraban ya a finales de verano un 0,17% de media a las empresas por sus depósitos.

El dato corresponde al mes de agosto e implica que los bancos cargaron a las empresas ese mes considerablemente más que el anterior, cuando el porcentaje se quedaba en el 0,09%. En junio, sin embargo, la cifra también era del 0,16%, por lo que el registro varía dependiendo del mes.

Las entidades españolas, de hecho, llevan meses aplicando estas penalizaciones, algo que revela en sus estadísticas el supervisor, si bien no puede saberse oficialmente si esta práctica comenzó antes dado que el Banco de España debe aún revisar los registros correspondientes a años anteriores con la nueva información que aporten las entidades, como explicaba recientemente La Información.

Y este importe, muy probablemente, subirá. De hecho, como contaba Bolsamanía hace unos meses, el plan de la banca era pasar a cobrar una tasa estándar del 0,3% a las empresas por las cantidades que tienen depositadas en sus arcas. Por el momento, el último dato disponible es el provisional de agosto y es del 0,17%.

Los bancos, al menos los españoles, han reconocido públicamente que cobran a las empresas por sus depósitos, pero no de forma generalizada, sino negociando con cada cliente en función de su vinculación y del uso que le dé a sus productos contratados con el banco. Algunos, como Bankia, cobran por sus depósitos a algunos clientes de banca privada.

NI HABLAR DE LOS MINORISTAS

El cobro por los depósitos se queda en los clientes de empresas y los minoristas, al menos por el momento, no deben abonar ninguna tasa a sus entidades. Para el sector es una línea roja que no prevé cruzar, aunque alguna entidad ha abierto la puerta a que ocurra si las cosas siguen como están.

Así lo dejó claro antes del verano el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, para quien el escenario de tipos bajos supone un “contradiós”. Los máximos ejecutivos de las entidades, a nivel individual, también comentaron que no tienen intención de trasladar el coste de la facilidad de depósito a los clientes minoristas.

Por el momento, los datos oficiales del Banco de España confirman la actitud de la banca. El tipo de interés medio ponderado que tenían las familias en agosto era positivo, del 0,04%, lo que quiere decir que aún reciben dinero por sus depósitos, aunque es cierto que el porcentaje lleva estancado en el entorno de esa cifra desde 2016.

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