• "En Cataluña hay una maraña de organismos públicos que debe ser simplificada y gestionada con mayor eficiencia", asegura
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El presidente del PP en Catalunya, Xavier García AlbiolEUROPA PRESS

De todas las fuerzas que se presentan a los comicios autonómicos que se celebran en Cataluña, el Partido Popular (PP) es quien lo tiene más difícil. Le pasa factura la aplicación del artículo 155 de la Constitución, a cargo del Gobierno de Mariano Rajoy, y es la víctima principal del crecimiento que se augura a Ciudadanos. Pero su candidato, Xavier García Albiol, es muy consciente de que su peso es imprescindible para construir una alternativa al independentismo.

Defiende a 'Bolsamanía' que “estamos todos en el mismo barco” y saca pecho de que su partido haya logrado sacar “al país de la crisis” y haya “impulsado la recuperación económica”. En este sentido, García Albiol afea a sus principales rivales que no siempre “hayan antepuesto el interés general a los intereses de partido”, algo que reivindica como un punto a favor de los populares.

Fiel a la naturalidad que le caracteriza, casi entona aquello de 'así soy y así seguiré, nunca cambiaré', para defender su política “a pie de calle” que tantos éxitos le ha dado en su Badalona natal, donde perdió su silla de alcalde en 2015, aunque la ganó en las urnas. Y aunque, como todos los candidatos, se resiste a renunciar a la de la presidencia de la Generalitat a escasos días de que los catalanes voten, en el fondo sabe que será la tercera pata de un hipotético Gobierno constitucionalista.

Pregunta: ¿Cuál sería, de forma sintetizada, la receta de Xavier García Albiol para revertir la crisis catalana?

Respuesta: La primera condición es una victoria constitucionalista el día 21 de diciembre. Este sería un mensaje clarísimo para los inversores y para el mundo económico de que las nieblas de la estabilidad se han disipado en Cataluña e iniciamos un nuevo periodo de certidumbre y crecimiento. En este sentido, es importante un Partido Popular fuerte en el Parlament, porque pondremos como condición para cualquier gobierno de cambio un plan económico potente para estimular de nuevo la economía y atraer a las empresas.

Para revertir la huida empresarial hay que acabar con el proceso independentista que ha sido una agenda política altamente tóxica

P.: Destaca en su programa un plan de choque para incentivar el tejido empresarial.¿Cree que se puede revertir el cambio de sede social de más de 3.000 empresas?

R.: Sí. Es posible revertir la huida empresarial. De hecho, es posible volver a convertir a Cataluña en un referente y un motor económico de España y del sur de Europa. Tenemos talento, tenemos conocimiento, tenemos creatividad. Sólo nos hace falta un marco de estabilidad política y de seguridad jurídica. Por eso es importante acabar con el proceso independentista, que ha sido una agenda política altamente tóxica.

P.: ¿Se han arrepentido de poner la alfombra roja para que las empresas abandonaran Cataluña?

R.: El decreto era necesario para garantizar la seguridad jurídica de las empresas y evitar males mayores. Prueba de ello es que se acogieron muchas empresas. Ahora nosotros estamos pidiendo que no haya más empresas que abandonen Cataluña, porque el 155 ha devuelto la normalidad constitucional y la seguridad jurídica. Además de garantizar un nuevo escenario de confianza política y económica, desde el Partido Popular tenemos algunos compromisos concretos para hacer más atractiva nuestra región.

P.: ¿Por ejemplo?

R.: Vamos a llevar a cabo una reducción de todos los tramos autonómicos del IRPF. Por voluntad de la Generalitat, los catalanes estamos acribillados a impuestos. En nuestro programa está el compromiso de acabar con los impuestos de donaciones y sucesiones, así como reducir a la mitad el de Transmisiones Patrimoniales. Todo ello estimulará el consumo y la economía.

Implementaremos rebajas fiscales para las familias, pero también para las empresas. Vamos a reducir un 50% los impuestos de Documentos Jurídicos Notariales, Suprimiremos también algunos de los tributos propios que ha creado el bipartito de Puigdemont y los radicales de las CUP, como el impuesto sobre las grandes superficies comerciales, el impuesto de activos no productivos de personas jurídicas, el impuesto sobre elementos radio-tóxicos, el impuesto sobre las bebidas azucaradas y los diversos impuestos sobre emisiones.

Queremos delegaciones comerciales y culturales, no comisionados políticos pagados con el dinero de todos

P.: Con tanto recorte de impuestos, ¿cómo piensan financiar la Generalitat y los servicios sociales?

R.: La Generalitat debe financiarse a través de una mejora del sistema de financiación autonómico, un modelo que respete los principios de justicia, igualdad, solidaridad, ordinalidad y sostenibilidad y que garantice la prestación de servicios públicos de calidad. Además, también debe obtener ingresos mediante un mayor crecimiento económico y aplicando una racionalización del gasto público.

En Cataluña hay una maraña de organismos públicos que debe ser simplificada y gestionada con mayor eficiencia. Queremos desplegar una auditoría de la Generalitat para saber cuánto dinero público se ha destinado a proyectos ilegales y cuánto se pierde en la gestión ineficiente. El sector público de la Generalitat cuenta con casi 400 organismos.

P.: ¿Es su fórmula para acabar con el déficit del Govern la comunidad autónoma?

R.: Estamos convencidos que rebajar la presión fiscal en Cataluña estimulará la recaudación. También, como hemos desarrollado en la respuesta anterior, de que hay margen para racionalizar el gasto público.

P.: ¿Se incluye en esta racionalización mantener cerradas las delegaciones internacionales de la Generalitat?

R.: Nosotros siempre hemos defendido que la Generalitat tenía derecho y debía llevar a cabo una acción exterior, orientada a la difusión cultural catalana y a la promoción empresarial. Lo hemos llevado así en nuestros programas desde hace muchos años. A lo que nos hemos opuesto abiertamente es a que la Generalitat destine dinero para estructuras políticas en el extranjero que se dediquen a desprestigiar a España y a llevar a cabo una diplomacia paralela y contraria a los intereses de todos los españoles. Queremos delegaciones comerciales y culturales, no comisionados políticos pagados con el dinero de todos.

La aplicación del artículo 155 y el modo en que se ha hecho han sido beneficiosos para el conjunto de la sociedad catalana


P.: Empresarios catalanes han denunciado esta decisión aludiendo a la ayuda de ACCIÓ, por ejemplo, para internacionalizar sus negocios. ¿Qué les ofrece a cambio?

R.: Fíjese lo que llevamos en el programa: "Reforzaremos los apoyos a la internacionalización de las Pymes. Fortaleceremos Acció, en colaboración con el ICEX, y acompañaremos la expansión de las empresas catalanas en los mercados emergentes". Nada que ver con lo que algunos nos quieren atribuir.



P.: ¿Cómo espera que sus propuestas contenten al entre un 40% y un 50% de catalanes que quiere la independencia? ¿Cual es su respuesta para el 80% que quiere solucionar el conflicto mediante un referéndum legal y acordado con el Estado?

R.: Creo que ha llegado el momento de cerrar un periodo triste de la historia catalana, marcado por la confrontación y la unilateralidad. Los catalanes de toda sensibilidad están pidiendo abrir un periodo más sereno, para recoser la convivencia, para recuperar la amistad civil, para atender más a aquello que nos une que a aquello que nos separa. Tenemos un firme compromiso en recorrer este camino.

Estamos convencidos que si logramos un gobierno alternativo en Cataluña, que gobierne para todos, que se centre en los problemas reales, que trabaje con lealtad con el gobierno de España, que lleve a cabo las reformas necesarias, la gran mayoría de catalanes volverán a sentirse a gusto en el proyecto común español. De hecho, las encuestan revelan que la inmensa mayoría de catalanes se sienten, a la vez, catalanes y españoles, y que la apuesta pura por la independencia está actualmente en un 30%.

P.: Pero llega usted al 21-D muy debilitado en los sondeos que le auguran reducir la representación actual del PPC en el Parlament de Cataluña. ¿Les ha pasado factura el 155?

R.: Creo que la aplicación del artículo 155 y el modo en que se ha hecho han sido beneficiosos para el conjunto de la sociedad catalana. Recordemos el estado de crispación, de inestabilidad política y de dramatismo económico en que se encontraba la sociedad catalana antes de la aplicación del 155. Estábamos al borde del abismo, con un govern de la Generalitat que había situado a las Instituciones catalanas fuera del Estado de Derecho y de la legalidad democrática. El 155 ha devuelto la normalidad y la serenidad a nuestra vida común. Se ha aplicado con prudencia, orientado a la inmediata convocatoria de elecciones para que los catalanes decidan qué rumbo toma nuestra comunidad estos próximos años.

P.: ¿Cree que su naturalidad y su estilo aguerrido suma o resta?

R.: Yo soy como soy. Me ha gustado siempre hacer una política muy cercana a la ciudadanía, pisando la calle y hablando como se habla en la calle. En Badalona goberné también así, y por eso los vecinos volvieron a dar la victoria al PP, aumentando incluso los votos. Estoy convencido que la gente aprecia ver que los políticos somos como ellos, no seres extraños.

Yo soy como soy. Me ha gustado siempre hacer una política muy cercana a la ciudadanía, pisando la calle

P.: Con todo, se ve un trasvase de votos clarísimo de su fuerza hacia Ciudadanos, ¿qué tienen ellos que no tenga usted?

R.: Le diría, ante todo, que la gente vote a quien quiera y a quien prefiera. Estamos en el mismo barco. Pero le intentaría explicar que quien ha sacado al país de la crisis, quien ha impulsado la recuperación económica, quién ha acabado frenando al independentismo no ha sido el partido de Albert Rivera, sino que hemos sido todos los españoles liderados por el Partido Popular. Y lamento, de verdad, que en algunos momentos clave de estos últimos meses, a Ciudadanos le haya faltado un poco de sentido de Estado. Nosotros hemos renunciado a cosas y hemos sido prudentes para mantener la unidad con ellos y con los socialistas. No sé si ellos pueden decir que siempre hayan puesto el interés general por encima de sus intereses de partido. En cualquier caso, lo importante es que sumemos y trabajar juntos a partir del día 22.

P.: Si se da el caso, ¿prefiere ser el vicepresidente de Miquel Iceta o de Inés Arrimadas?

R.: Tenga usted claro que el PP no será obstáculo para lograr un gobierno de cambio en Cataluña. Seremos generosos. Pero también pondremos algunas exigencias. Entre ellas, la bajada de impuestos y garantizar un modelo de libertad económica frente al populismo y al intervencionismo. Por eso es importante un PP fuerte.

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