La última tanda de encuestas electorales que se publican este lunes confirman lo que se ha apreciado durante casi toda la campaña: que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tuvo su mejor día a la hora de apostar por la repetición de los comicios. El resultado apunta a un bloqueo similar al del 28 de abril y a empate técnico entre los bloques de derecha e izquierda.
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Así, el 10-N el PSOE será la fuerza más votada, pero la mayoría de sondeos que publican los principales rotativos de papel y digitales apuntan a una victoria amarga: los socialistas se quedarían un poco por debajo de los resultados de abril, con una horquilla de 120 a 123 diputados.
La tanda de muestreos demoscópicos denotan también un frenazo del auge del PP, que se recuperaría hasta los 92-95 encaños de media, pero no alcanzaría los 100 que le habían otorgago algunas encuestas. Vox da la campanada y se coloca como tercera fuerza más votada, con 49 asientos, a costa sobre todo de Ciudadanos, que se hundiría hasta los 15 representantes. Unidas Podemos vería recortada su representación hasta los 28-31 escaños y Más País se haría con tres representantes.
Con estos resultados, el bloque de izquierdas sumaría de 147 a 170 escaños, frente a las derechas, cuya horquilla iría de 144 a 166. Estos números arrojan un escenario en que los partidos independentistas volverán a tener la llave del gobierno: ERC revalidaría su resultado de abril, 15 diputados, mientras Junts per Catalunya y la CUP se harían con entre 4 y 6, los primeros, y unos 4, los segundos.
