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El Partido Social Demócrata (SPD) de Alemania se ha empezado a cuestionar su participación en el Gobierno como socio menor de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Angela Merkel, en la llamada 'gran coalición', tras el varapalo que sufrió el domingo en las elecciones regionales de Bremen y al Parlamento Europeo.

El SPD sufrió una doble humillación del domingo. Se desplomó en Bremen, donde podría perder el Gobierno después de más de 70 años, y en los comicios europeos, donde fue superado por los Verdes, quedando relegado a la tercera posición.

Este revés en las urnas ha avivado el descontento entre quienes creen que el SPD debería romper la 'gran coalición' para reinventarse como líder de la oposición alemana.

En un documento publicado el lunes, el 'número dos' del SPD, Ralf Stegner, el líder de las juventudes socialdemócratas, Kevin Kuehnert, y el diputado Matthias Miersch han considerado que los votantes han castigado al partido por su falta de claridad.

"Necesitamos tener el valor de corregir decisivamente nuestro curso allí donde sea necesario (...) Eso significa un SPD sin miedo", han argumentado. "La 'gran coalición' tiene una fecha final: al menos hasta septiembre de 2021 y, si es necesario, antes", han dicho, subrayando que el SPD "no ha firmado una suscripción con los conservadores".

De momento, han rehusado romper directamente con la CDU, pero han urgido a aprobar leyes sobre migración y pensiones y una fiscalidad progresiva para las empresas multinacionales, entre otras cuestiones.

La jefa del SPD, Andrea Nahles, que está sometida a una enorme presión por la falta de buenos resultados en las urnas, dejó claro el domingo que no piensa abandonar la 'gran coalición', sino reclamar más políticas sociales a la CDU.

Desde que comenzó su andadura, hace un año, el cuarto Gobierno de Merkel se ha viso debilitado por las pugnas internas. La canciller alemana tuvo que enfrentarse al desafío planteado por su socio bávaro, la CSU, en torno al política migratoria.

Si el SPD se retira de la 'gran coalición', Alemania se vería abocada a elecciones anticipadas --las últimas federales se celebraron en septiembre de 2017--. Por ahora, hay previstas otras tres votaciones antes de final de año, todas ellas en ex estados comunistas donde los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) cobran fuerza.

La ruptura del Gobierno permitiría a Merkel retirarse antes de lo tenía previsto. La líder conservadora anunció el pasado mes de octubre que este sería su último mandato. Annegret Kramp-Karrenbauer, ya la ha sustituido como jefa de la CDU.

PRIMERAS MANIOBRAS EN BREMEN

Conservadores y socialdemócratas han comenzado este lunes a buscar aliados para formar gobierno en Bremen con la mira puesta en los Verdes. Según cifras preliminares, el SPD obtuvo el 24 por ciento de los votos en las elecciones regionales -casi diez puntos menos que en 2014-, seguido de los Verdes, con un 22 por ciento -cinco puntos más-, y de la CDU, con un 21 por ciento, que se mantiene estable.

En cuanto al resto de partidos políticos, La Izquierda sumó el 7,9 por ciento, casi dos puntos por debajo de su anterior registro electoral; los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD), un 7,7 por ciento -casi dos puntos más-; y los liberales, un 4,7 por ciento -un punto y medio arriba-.

La CDU comenzará el miércoles los contactos con liberales y verdes para explorar un gobierno de coalición en Bremen. Su líder regional, Carsten Meyer-Heder, ha defendido que tienen programas compatibles, según informa la agencia de noticias DPA.

Los socialdemócratas, por su parte, se resisten a perder su bastión de Bremen. En su caso, la jefa del SDP en el 'lander', Karolin Aulepp, ha apostado por un tripartito con La Izquierda y los verdes, aunque no ha fijado fechado para el arranque de las negociaciones.

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