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Rivera afea a Casado que PP subió impuestos y acusa a PSOE y Podemos de querer "meter la mano en el bolsillo" Ricardo Rubio - Europa Press

El debate electoral que se celebró este lunes en RTVE entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) no solo despertó la curiosidad entre los españoles. La prensa internacional también siguió al detalle este enfrentamiento, que analiza en sendos artículos en los que se destaca la tensión que se vivió en el plató ante las acusaciones cruzadas de los dirigentes y que quedaron muchas preguntas sin respuesta.

El de este lunes fue el debate menos visto de la televisión tradicional en los últimos tiempos al lograr un 43,8% de cuota de pantalla, y eso pese a que congregó a 8,8 millones de espectadores (en el minuto más visto estaban frente al televisor 14 millones). Era la primera oportunidad de las dos que ha brindado la campaña a las elecciones del 28 de abril, ya que este martes los candidatos volverán a verse las caras en el debate que ha montado Atresmedia. Pero el interés era máximo.

Medios internacionales como Bloomberg o Financial Times, e incluso agencias como Reuters, han hecho su propio análisis de lo que se vio en este encuentro, y todos coinciden en una cosa: la política española está más dividida que nunca. "El país se dirige a sus elecciones parlamentarias más inciertas desde que volvió a la democracia hace cuatro décadas", señala FT, mientras que Reuters, que habla de "una de las elecciones más divisorias", señala que los comicios "se disputan más por cuestiones emocionales e identitarias, como la independencia de Cataluña, que por cuestiones económicas". Bloomberg, por su parte, destaca que "dejó al descubierto la brecha en el corazón de la política del país".

Asimismo, la prensa internacional destaca la tensión que se vivió en el plató de RTVE, en el que "todos los candidatos se acusaron mutuamente de mentir" y en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue el "principal objetivo" de los ataques de Casado y Rivera por socavar la creación de empleo, congelar las pensiones en el pasado y poner en peligro la unidad de España al trabajar con los separatistas catalanes, mientras que Sánchez y Pablo Iglesias "intercambiaban cumplidos".

Eso sí, según Bloomberg los cuatro candidatos "lograron evitar grandes errores al atenerse a guiones bien conocidos". Y es que mientras que Casado y Rivera se comprometieron a aplicar recortes fiscales radicales y medidas severas contra los separatistas catalanes, Sánchez e Iglesias se centraron en las políticas sociales.

La prensa también resalta que el debate dejó abiertas las preguntas sobre qué acuerdos de coalición podrían alcanzarse, aunque sí se puede intuir, después de las palabras de los candidatos, cuáles son las alianzas más probables cuando se tengan que sentar a hablar tras las elecciones, ya que las encuestas vaticinan que ningún partido tendrá mayoría para gobernar por sí solo. "El cuadrilátero carecía de sorpresas", dice Bloomberg, que destaca que Casado y Rivera insistieron en que no son adversarios, mientras que Sánchez e Iglesias dijeron estar listos para profundizar en su alianza.

Pero lo más curioso es que se habla de la actuación de Rivera y de las 'sorpresas' que se sacó del bolsillo. "El debate estuvo marcado por momentos teatrales de Albert Rivera", dice Financial Times, en relación a la tarjeta sanitaria con la bandera de España y el marco con la foto de Sánchez y Torra que mostró durante sus intervenciones.

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