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El rápido rebote económico que se ha producido con la reapertura tras la pandemia de coronavirus ha empezado a estancarse, por lo que la recuperación en 'V' que se ha apreciado no se podrá mantener. Esa es la conclusión a la que llegan los expertos, que no obstante creen que podría haber una "caída menos dramática" del Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre debido, precisamente, a la vuelta a la normalidad, lo que minimizaría el golpe que sufrirá la economía mundial en 2020 a causa del Covid-19.

Así lo aseguran, entre otros, los analistas de Berenberg, que han recortado su previsión de caída del PIB de la Eurozona en el segundo trimestre desde el 15,1% hasta el 13%. En uno de sus últimos informes, la firma alemana apunta, además, que "como la mayor parte del rebote desde el punto más bajo de abril ha ocurrido en mayo y junio, y por lo tanto en el segundo trimestre, el rebote del tercer trimestre será menos impresionante de lo que se esperaba". Por eso ahora proyecta, para el periodo que va de julio a septiembre, que la economía de la zona euro registre una subida del 9%, en lugar del 10,8%.

Y para el conjunto del año Berenberg cree ahora que el PIB de la Eurozona se contraerá un 8,2%, en vez del 9% previsto anteriormente. Sin embargo, cree que la región no se recuperará por completo hasta 2022. Los analistas de esta casa lo explican de la siguiente forma: "Después de una rápida subida en forma de 'V' a medida que se alivian los cierres, esperamos que el ritmo de crecimiento se modere. Marcados por la crisis, los consumidores y las empresas no volverán a sus hábitos de gasto normales de forma precipitada. En nuestra opinión, la actividad económica de la zona euro tardará dos años en alcanzar su nivel prepandémico".

Será lo que ellos llaman una "recuperación más silenciosa". Aunque no solo ocurrirá en la zona euro, sino a nivel global, según apuntan los analistas de TD Securities. En su opinión, aunque los últimos datos macro han sido muy positivos y han dado la sorpresa, "no indican una recuperación en forma de 'V'". Estos analistas creen que "el repunte puede estar estancado", de forma que a nivel mundial "es poco probable que la actividad vuelva a los niveles anteriores a la crisis hasta 2022".

TD Securities explica que "los descensos de las previsiones de crecimiento han disminuido en cierta medida, pero los riesgos derivados de la debilidad de los mercados laborales y el aumento de los casos de Covid-19 en algunos países suponen un riesgo para las perspectivas". "Seguimos esperando una lenta recuperación, y es probable que la última ola de optimismo se desvanezca en la segunda mitad del año, ya que los daños sufridos en materia laboral comienzan a dejar cicatrices en la economía". Su apuesta es que el PIB mundial se contraiga un 5% en 2020, y que el año que viene haya un "repunte moderado".

LO PEOR YA HA PASADO, LO MÁS DIFÍCIL ESTÁ POR VENIR

Por su parte, en Bank of America apuntan que en Europa "lo peor ha pasado para la economía", pero "lo más difícil está por venir". Y es que aunque la reapertura ha traído un "rápido crecimiento" que está extendiendo el optimismo, a su juicio "no está justificado". La razón es bien sencilla: "el mercado laboral es la clave y no se ve bien", apuntan los analistas del banco estadounidense, que aprecia signos de "una recuperación sin empleo", lo que hace difícil, a su juicio, que "vuelva la normalidad" tan rápido como algunos esperan.

Un punto de vista con el que coinciden en Danske Bank. Los analistas de la entidad danesa apuntan que "unas 735.000 personas perdieron su trabajo en las cuatro economías más grandes de la zona euro durante el mes de mayo", y aunque la pérdida de empleo parece haber disminuido en junio, "lo peor del impacto puede estar aún por venir, ya que las empresas siguen en modo de reducción de personal". En EEUU, sin embargo, la situación parece estar estabilizándose, después de que la economía haya sacado músculo y haya creado 4,8 millones de empleos en junio, más de lo esperado.

En Barclays creen que "las sorpresas positivas en los datos siguen apoyando la idea de una rápida recuperación de la actividad y el consiguiente optimismo en los mercados financieros", aunque hay un pero. Como dicen, no se puede obviar el aumento de los casos de Covid-19 en EEUU y la UE, que "plantea la cuestión de si se ha logrado una mejora a través de la relajación prematura de las restricciones".

En su opinión, "es poco probable que el rebote altere el apoyo a las políticas" de los bancos centrales y los gobiernos, por lo que Barclays apuesta que la mezcla de noticias sobre los rebrotes y el flujo de datos macro "persista en los próximos meses, inclinando el sentimiento entre el optimismo y el pesimismo en medio de una gran incertidumbre".

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