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Recep Tayyip ErdoganMustafa Kamaci/Turkish Presidenc / DPA

La inflación de Turquía sigue aumentando por decimoséptimo mes consecutivo en octubre y ha alcanzado el 85,5% en tasa interanual en octubre, el dato más alto desde junio de 1998. Pese a que el dato ha quedado ligeramente por debajo de lo estimado (85,6%), la cifra supone un aumento de 2 puntos porcentuales respecto a la lectura de septiembre (83,5%).

Los precios de los alimentos fueron un 99% más altos que en el mismo periodo del año anterior, la vivienda subió un 85% y el transporte un 117%, según informó el jueves el Instituto Turco de Estadística. Asimismo, el índice de precios al productor nacional registró un aumento anual del 157,69% y subió un 7,83% en términos mensuales, mientras que la subida mensual de los precios al consumo fue del 3,54%.

Pese a que el coste de la vida en el país no parece encontrar techo en los últimos dos años, el presidente otomano, Recep Tayyip Erdogan, no solo continúa negándose a subir los tipos de interés, argumentando que esa medida solo perjudicará a la economía de Turquía, sino que propone todo lo contrario: bajarlos.

El 20 de octubre, el banco central de Turquía (CBRT) redujo su tipo de interés de referencia en 150 puntos básicos para un tercer mes consecutivo de recortes, del 12% al 10,5%, a pesar de que la inflación turca superaba el 83% en ese momento. En total, en los últimos tres meses el banco central ha reducido los tipos en un total de 350 puntos básicos… y seguirán bajando.

“Mi mayor batalla es contra los intereses. Mi mayor enemigo es el interés. Hemos bajado el tipo de interés al 12%”, afirmó Erdogan el pasado septiembre, “¿Es suficiente? No es suficiente. Hay que bajarlo más”. El presidente turco sigue asegurando que los recortes son favorables para el crecimiento del país y se ha comprometido a que el tipo de interés oficial baje a un solo dígito a finales de este año.

Para sorpresa de pocos, son muchos los economistas y analistas que afirman que las políticas de Erdogan no hacen más que perjudicar a la lira turca y echar más gasolina al fuego de la inflación, al tiempo que señalan que el presidente otomano está fomentando una crisis monetaria en el país.

Haluk Burumcekci, fundador de Burumcekci Consulting, cree que el dato de octubre podría ser el máximo de la inflación general si la lira no se debilita más. “Creemos que la inflación general puede haber tocado techo, a menos que se produzca una depreciación desde el nivel actual de la lira. Un descenso significativo solo podría producirse hacia el rango del 70-75% debido al efecto base en el último mes del año”, explica este experto.

Por su parte, Liam Peach, economista sénior de mercados emergentes en Capital Economics, cree que "aunque el dijo que aplicaría un recorte más de 150 puntos básicos de los tipos de interés en su reunión de este mes, existe el riesgo de que se produzca una mayor relajación más allá de eso, lo que añadiría más presión a la baja sobre la lira”.

La caída de la lira en un 44% el año pasado y en un 29% este año ha sido la principal razón del aumento de la inflación, además del incremento de los precios de la energía.

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