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FitchDIPUTACION DE ALAVA

El cierre parcial del Gobierno de EEUU, que se mantiene desde el pasado 22 de diciembre, le puede salir caro no solo a su presidente, Donald Trump, sino a todo el país. Este miércoles la agencia Fitch Ratings ha avisado de que podría recortar la calificación crediticia de triple A que mantiene sobre la deuda soberana de EEUU si republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo con el presupuesto y vuelve la normalidad a la Administración.

Y es que la situación de cierre, el más largo de la historia, afecta a la cuarta parte de la Administración, en la que trabajan cerca de 800.000 funcionarios, que llevan ya 19 días sin cobrar sus sueldos. Pero además puede ser fatal para la deuda estadounidense, ya que si el actual cierre del Gobierno lleva a que el país alcance su techo de deuda y eso dificulta el establecimiento del presupuesto, los problemas no harán más que incrementarse.

"Si esta parálisis continúa hasta el 1 de marzo y el techo de la deuda se convierte en un problema varios meses después, es posible que tengamos que empezar a pensar en el marco de la política, la incapacidad de aprobar un presupuesto..., y si todo eso es coherente con la triple A", ha dicho este miércoles en Londres el jefe mundial de calificaciones soberanas de Fitch, James McCormack, según recoge Reuters.

Y no se ha quedado ahí, ya que el responsable de Fitch también ha dicho que el problema "desde el punto de vista de la calificación" es el techo de deuda, y que por ello van a estar vigilantes durante todo el año, ya que de producirse, la bajada de calificación llegaría a finales de 2019.

McCormack también ha hablado con la CNBC, a la que ha dicho que los ciudadanos están mirando los números de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) y se están dando cuenta que "los niveles de deuda se mueven en cotas más altas", lo que se traduce en "una carga de intereses para el Gobierno de EEUU que será decididamente más alta durante la próxima década". El directivo de Fitch cree necesario que haya "algún tipo de ajuste fiscal para compensar eso" o, de lo contrario, "el déficit en sí mismo se elevará y esencialmente se estará pidiendo dinero prestado para pagar los intereses de la deuda". Eso, ha alertado, provocaría un "deterioro fiscal significativo" que habrá que valorar para decidir si la calificación de la deuda de EEUU se mantiene o no en el nivel actual.

El acuerdo entre los legisladores y la Casa Blanca no llega, y los nervios están cada vez más a flor de piel. El presidente Trump ha asegurado que no tiene problema en mantener el cierre "meses e incluso años" hasta que los demócratas cedan y aprueben una partida presupuestaria de más de 5.000 millones de dólares para construir el muro en la frontera con México. No obstante, los demócratas han dicho que lo primero que debe hacer Trump es restablecer el normal funcionamiento de la Administración, y después ya habrá tiempo de hablar de la protección de las fronteras.

Este martes, en una intervención sin precedentes desde la Casa Blanca y en horario de máxima audiencia, Trump insistió en la necesidad de levantar el muro para hacer frente a la crisis migratoria que asola a EEUU, ante la caravana de inmigrantes que se aposta en la frontera con México con el objetivo de llegar a norteamérica. Fue su último intento por presionar a los demócratas, aunque se encontró con una negativa como respuesta.

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