MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Un total de cuarenta menores en situación de vulnerabilidad y seis jugadores del Real Madrid y el Movistar Estudiantes han buscado romper "el círculo de la pobreza" a base de tiros libres en un curso de baloncesto que ha tenido lugar este miércoles en el WiZink Center.
La iniciativa, organizada por la ACB, la Obra Social 'La Caixa', y Caixa Bank, forma parte de las actividades previas a la Copa del Rey de Baloncesto, que comienza este jueves en el pabellón del WiZink Center.
El proyecto ha juntado a los niños, con edades comprendidas entre los 8 y 12 años y procedentes de la Federación de Plataformas Sociales Pinardi y del proyecto Chapuzón de la Fundación Valsé; con los jugadores del Real Madrid, Trey Thompinks, Melwin Pantzar y su entrenador Lolo Calin; y los del Movistar Estudiantes Víctor Arteaga, Ludde Hakanson y Javier Zamora.
La megafonía ha avisado a la marea de niños ataviados con petos rojos o azules, según la organización de la que provenían, de la "experiencia única" de entrenar en el mismo escenario en el que se enfrentarán los mejores equipos españoles en los próximos días.
Rápidamente, los niños se han colocado ansiosos con sus respectivos equipos, Real Madrid para Valsé y Estudiantes para Pinardi. Los veinte menores se han arremolinado alrededor de los jugadores mientras atendían las explicaciones de los juegos que iban a hacer en el entrenamiento.
Así, han practicado tiros libres, han jugado al pañuelo e, incluso, han tenido que superar la defensa de los profesionales, a los que, en la mayoría de los casos, no llegaban ni a la cintura.
"Intentamos acercar a un grupo de niños del programa 'Caixa Proinfancia' al deporte y poder romper así el círculo de la pobreza", ha explicado en declaraciones a Europa Press el gestor territorial de La Caixa en Madrid, Javier Verdasco.
Con ello, pretenden "ofertar un tipo de ocio que les permita integrarse y a los jugadores conocer y disfrutar de estos chicos" y ha apuntado que ofrecen a la ACB realizar acciones sociales en las ciudades que acogen la Copa del Rey para "aprovechar estos eventos para que los niños disfruten".
UN ENTRENAMIENTO CON AMIGOS
Pedro, de 9 años y menos de 1,30 metros de altura, ha definido la jornada de este miércoles como "entrenar al baloncesto" con sus "amigos". A pesar de que solo ha marcado una canasta, ha asegurado que le ha encantado "poder estar con los jugadores del Real Madrid".
Pedro ha sido uno de los veinte niños que ha acompañado la coordinadora del Proyecto Socioeducativo Chapuzón de la Fundación Valsé, Lola Mesa, que ha explicado que el encuentro va más allá del "entrenamiento con amigos" de Pedro y los valores del propio baloncesto, como el respeto o el juego en equipo.
"Es la manera de conseguir que estos niños puedan hacer cosas que serían imposibles si no fuese por iniciativas como estas", ha explicado Mesa, que también ha puesto el foco en la necesidad de "igualar las oportunidades" a través de talleres, apoyo psicológico o educativo. "Lo más difícil va a ser llevarlos a casa ahora con lo entusiasmados que están", ha concluido.
Tras la media hora que ha durado el clínic, los jugadores han firmado las gorras, camisetas e incluso alguna zapatilla de los niños, en algunos casos teniendo que ponerse en cuclillas. Un grupo de ellos ha llegado a pedirle a Víctor Arteaga que les siguiese en Instagram, presumiendo de tener "muchos más seguidores" que el pívot del Estudiantes.
Junior, de 10 años, y aún vestido con el peto rojo que le diferenciaba como parte de la asociación Pinardi, ha destacado "la oportunidad de poder jugar al baloncesto gracias a La Caixa". Este niño ha marcado dos canastas y ha asegurado que de mayor "quiere ser jugador de baloncesto o de fútbol", pero, en cualquier caso, siempre con "el Real Madrid". Lo único que ha lamentado del día es que justo a él le tocase jugar con el Estudiantes.
"UN DÍA FUERA DE LA RUTINA"
Junior ha ido acompañado del coordinador general de la Fundación Pinardi, Javier Doval, que, mientras intentaba controlar a los veinte colegiales que ha llevado a la cancha, ha señalado que lo más positivo de la iniciativa ha sido "sacarlos de la rutina", que muchas veces están marcadas por "dificultades económicas o familiares de las que desconectan".
"Les permite durante un rato largo volver a reírse, a saltar, a jugar, en definitiva les permite volver a ser niños. Es importante que los menores hayan podido ver que los jugadores que ven en la tele o leen en los medios de comunicación son como ellos y se llevan un buen recuerdo", ha explicado Doval.
De hecho, este jueves un grupo de jugadores de Movistar Estudiantes y del Divina Seguros Joventut visitarán a niños ingresados en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.