¿Por qué nos gusta la desigualdad que genera la lotería?

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 03 ene, 2017 21:18
cbjuanramonrallogrande

La lotería es uno de los mecanismos de distribución de la renta más desigualitarios que existen: muchísima gente contribuye pero sólo unos pocos se quedan con el bote. Y, sin embargo, ganar la lotería no tiene mala prensa: al contrario, tanto los medios de comunicación como la mayoría de lectores tienden a mostrar cierta satisfacción —e incluso envidia sana— hacia aquellos que han salido agraciados por el premio.

Que esta actitud se dé mayoritariamente en una población obsesionada con el avance —y con la injusticia intrínseca— de la desigualdad debería llevarnos a plantearnos por qué el enriquecimiento logrado mediante la lotería es socialmente aceptado y, en cambio, el enriquecimiento alcanzado merced al libre mercado es socialmente repudiado. Y, a mi entender, esa asimetría se debe a tres factores que son fácilmente observables en la lotería pero no en la dinámica empresarial del libre mercado.

En primer lugar, el resultado de un premio de lotería es totalmente aleatorio, a saber, la victoria es percibida como subproducto de un proceso imparcial que no se halla manipulado para que siempre ganen los mismos. En cambio, la obtención de beneficios en un mercado libre es vista como el resultado de algún fraude, explotación o privilegio: la mayoría de la población cree que se trata de un sistema económico “amañado” para que siempre se lucren las mismas élites a costa del resto de la población... Leer Más

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