• Las compras de Pepephone y Yoigo han elevado su deuda hasta 777 millones de euros
  • El ratio de deuda financiera neta respecto del EBITDA anualizado asciende a 4,8 veces
MasMovil
El consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger (izda.)
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MásMóvil alerta de su elevado endeudamiento antes de dar este viernes el salto desde el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) al Mercado Continuo. El cuarto operador de telecomunicaciones de España, con una capitalización bursátil de 1.000 millones de euros, señala en su folleto de admisión que su deuda financiera neta asciende a 777 millones de euros.

"El Grupo cuenta con un nivel de deuda financiera neta a 31 de marzo de 2017 de 777 millones de euros", explica MásMóvil, después de comprar Pepephone y Yoigo. "El ratio de deuda financiera neta respecto del EBITDA a 31 de marzo de 2017 anualizado asciende a 4,8 veces", añade el grupo dirigido por Meinrad Spenger.

"Una abrupta modificación de las expectativas de negocio del Grupo, como consecuencia de un significativo deterioro de la demanda en el mercado en que opera el Grupo, así como una desviación material en la consecución de los ahorros de costes contractuales fruto de los acuerdos estratégicos firmados por el Grupo con terceros operadores de telecomunicaciones, repercutirían negativamente en la capacidad de generación de efectivo del Grupo, con el consecuente impacto en la capacidad de afrontar sus necesidades de inversión y, en última instancia, en su capacidad de atender el servicio de la deuda", reconoce la empresa.

AUSENCIA DE BENEFICIOS

MásMóvil también explica que no ha obtenido beneficios en los ejercicios 2015 y 2016, ya que las pérdidas de 2015 fueron de 150 millones de euros y las 2016 de 58 millones de euros. En el primer trimestre de 2017, la empresa ha perdido 41 millones de euros. De esta cantidad, 34 millones se deben a la "variación a valor razonable de determinados instrumentos derivados emitidos por el Grupo sin que la variación de estos instrumentos comporte salida de caja".

Por último, MásMóvil explica que ha emitido obligaciones convertibles por valor de 165 millones de euros con Providence Equity Partners, que dan derecho al fondo a comprar las acciones a 22 euros dentro de 3 años y 3 meses. Además, ACS cuenta con el derecho de suscribir acciones por valor de entre 120 y 200 millones de euros.

"La conversión, a un precio fijo por acción de entre 25 euros y 40 euros en función del momento de conversión, es voluntaria por parte de ACS, y puede ejecutarse desde el momento de su emisión y hasta que transcurran 6 años", explica MásMóvil.

Además, la empresa debe apuntarse pérdidas contables de 64 millones por la subida en el precio de sus acciones, debido a las características de los intrumentos financieros firmados con ACS. Por cada euro que sube la acción, MásMóvil debe anotar en su cuenta de resultados un impacto de 4,8 millones de euros.

"En caso de que los titulares de los citados instrumentos convertibles decidieran convertir la totalidad de los mismos en acciones, el Grupo tendría que ampliar capital emitiendo un máximo de 13.102.680 acciones, lo que representaría hasta un 65,67% del capital social y, en consecuencia, los accionistas actuales verían diluida su participación en el capital social hasta en un 60,36%. Además, la eventual conversión en acciones de los citados instrumentos se traduciría en una relevante disminución de la deuda financiera y en el consiguiente incremento de su Patrimonio Neto", concluye la empresa.

RENEGOCIA SU ACUERDO CON ACS

Másmóvil ha llegado a un acuerdo con ACS Telefonía Móvil para refinanciar la deuda generada por la adquisición de las acciones y los créditos participativos de Xfera Móviles (Yoigo).

El cuarto operador de telefonía mantiene un acuerdo de deuda convertible con ACS, antiguo accionista de Yoigo, en el que se recoge que una subida del precio de la acción supondrá un incremento del valor de los instrumentos derivados con el consiguiente efecto negativo en la cuenta de pérdidas y ganancias y en el patrimonio neto del grupo.

En la renegociación del acuerdo, las compañías han establecido cristalizar en 80 millones de euros el posible pago contingente (llamado 'earn-out'), cuya posible materialización estaba inicialmente establecida en 2020.

El importe inicial previsto para este pago era de un máximo de 80 millones de euros si el beneficio bruto de explotación (Ebitda) consolidado del grupo ascendía a 300 millones de euros en 2019. La teleco había provisionado ya 63 millones de euros para ello y este jueves ha informado de que supondrá un incremento de su deuda financiera de 6 millones de euros.

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