• Sin acuerdo ni reforma del sector público, habrá default antes de 12 meses
  • La rebaja es sólo para el rating de largo plazo

Mientras Tsipras se reunía con Merkel y con Hollande para conseguir un acuerdo entre Grecia y sus acreedores, S&P ha rebajado el rating y consigo el optimismo en torno a la economía helena. La agencia de calificación crediticia considera que el retraso en el pago al FMI demuestra que el Gobierno griego prioriza las pensiones y “otros gastos nacionales” frente a su deuda programada.

En el eterno culebrón griego que se ha instalado en el mercado, este miércoles parecía que era una jornada clave en positivo. Alemania abrió una salida para Grecia al valorar ofrecer desbloquear el rescate pendiente, de 7.200 millones de euros, de forma escalonada, a lo que los mercados respondieron con euforia.

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Mientras su posición de liquidez sigue deteriorándose, Grecia parece priorizar otras partidas de gasto más que el pago de la deuda

Por la noche, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, se reúnen en Bruselas con Alexis Tsipras, primer ministro de Grecia. Encima de la mesa, las negociaciones para alcanzar un acuerdo entre el Ejecutivo de Syriza y sus acreedores.

Sin embargo, mientras se desarrolla la cena de trabajo, la agencia de rating S&P ha anunciado un recorte en la calificación crediticia de Grecia que supone un verdadero varapalo. La nota de la deuda soberana helena pasa de 'CCC+' a 'CCC', lo que la consolida aún más en el mercado como deuda basura. Además, la perspectiva es negativa.

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JUSTIFICACIÓN

Grecia tenía que hacer frente a un pago de 305 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado viernes 5 de junio. Sin embargo, el Ejecutivo heleno se acogió finalmente a la opción que facilitó la institución que preside Christine Lagarde para agrupar los pagos de junio, que alcanzan los 1.600 millones de euros, y cumplir a finales de mes. Algo que sólo había hecho Zambia hace más de 30 años.

Aunque Grecia lo único que ha hecho es aceptar una opción facilitada por el propio FMI, para S&P esto demuestra que “el Gobierno griego prioriza las pensiones y otros gastos nacionales frente a su deuda programada”.

Además, S&P alerta de que si no hay acuerdo entre Grecia y sus acreedores oficiales (FMI, BCE y Comisión Europea), es probable que Grecia haga default con su deuda durante los próximos 12 meses.

Mientras su posición de liquidez sigue deteriorándose, Grecia parece priorizar otras partidas de gasto más que el pago de la deuda. En nuestra opinión, sin cambio de tendencia en la trayectoria del PIB nominal y profunda reforma del sector público, la deuda de Grecia es insostenible. La rebaja refleja nuestra opinión de que en ausencia de un acuerdo con sus acreedores oficiales, Grecia haga default con su deuda comercial en los próximos 12 meses”, señala el comunicado.

BCE, CLAVE PARA SOSTENER A GRECIA

Incluso si un acuerdo con los acreedores oficiales fuera alcanzado durante la próxima quincena, no esperamos que tal acuerdo cubriría los requisitos del servicio de la deuda de Grecia más allá de septiembre

El Banco Central Europeo (BCE) está proporcionando financiación a Grecia, a los bancos y la economía, a un nivel superior al 60% del PIB, señala la agencia de calificación crediticia. “Retiros continuos de depósitos de los bancos griegos aumentan la posibilidad de que el Gobierno podría imponer controles de capital para detener nuevas salidas de depósitos y emitir una moneda paralela junto con el euro. La incertidumbre en torno a Grecia, sus relaciones con sus acreedores y su estabilidad política más amplia está sopesando en la economía; los atrasos en los pagos de impuestos se incrementaron sustancialmente en mayo, mientras que el gobierno parece estar conservando efectivo al retrasar los pagos a los proveedores”, asevera el comunicado.

“El debilitamiento de la posición fiscal subyacente plantea preguntas sobre el realismo de cualquier acuerdo con los acreedores de Grecia sobre las metas fiscales, mientras que las proyecciones para ingresos por impuestos, y el PIB real y nominal, parecen especulativas. Incluso si un acuerdo con los acreedores oficiales fuera alcanzado durante la próxima quincena, no esperamos que tal acuerdo cubriría los requisitos del servicio de la deuda de Grecia más allá de septiembre”.

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PERSPECTIVAS

La perspectiva del rating y en general para la economía helena es negativa por parte de S&P. La agencia de rating señala que la perspectiva negativa para la calificación crediticia de su deuda a largo plazo se centra en “el riesgo de un empeoramiento de la liquidez para el soberano, sus bancos y la economía. Nuestro entendimiento es que el Gobierno griego ha decidido consolidar este mes los 1.600 millones en deuda contraída con el FMI, un acreedor oficial, en un solo pago a ejecutar el 30 de junio. Si se llegara a un acuerdo entre Grecia y sus acreedores oficiales durante la próxima semana, todavía esperaríamos ya que implicaría una inyección de liquidez temporal de tres meses”. Además, la agencia cree que es improbable que fuera un “alivio de la deuda oficial. En nuestra opinión, esto implica que la confianza y la inversión actividad seguirá siendo débiles perspectivas de crecimiento y silenciados”.

El varapalo no podría ser definitivo. S&P avisa de que podría reducir el rating dentro de un año si percibe que sea probable un aumento de dificultades para Grecia. “Este podría ser el caso si, por ejemplo, tomamos la opinión de que es difícil que se produzcan los desembolsos de los acreedores, lo que supondría la incapacidad del Gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras de manera oportuna”.

Por el contrario, la calificación crediticia podría estabilizarse en el nivel actual “si creemos que hay un nuevo programa de apoyo financiero con un acuerdo y condiciones políticas que satisfagan a ambas partes. Tal escenario contribuiría a la promoción de la estabilidad política, el cumplimiento tributario y una recuperación económica”.

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