• En el tercer trimestre, las ventas se desplomaron un 69%
  • De octubre a diciembre, los precios se moderaron un 2% y el incremento total del coste de los inmuebles fue del 14% en 2017
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Que Barcelona ha sufrido con creces las consecuencias del atentado yihadista del mes de agosto en La Rambla y de la inestabilidad política que se cebó en la región los tres últimos meses del año es un hecho. No en vano, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lanzó a finales de febrero, coincidiendo con la celebración del Mobile World Congress, una campaña internacional para reflotar la imagen de la ciudad. Pero los efectos se siguen notando, esta vez en las operaciones de compra-venta y en los precios de las viviendas.

A la masiva fuga de empresas, durante la que ‘emigraron’ cerca de 3.000 compañías y a la caída del turismo, se suma un descenso de las operaciones de compra-venta de inmuebles del 69%, entre julio y septiembre, en comparación con el período comprendido de enero a marzo, según un estudio de la firma inmobiliaria Monika Rüsch.

Según explica Jordi Gruart Rüsch, director general de Monika Rüsch y economista con más de 20 años de experiencia en el mercado inmobiliario, es “realmente preocupante la comparativa entre el tercer trimestre de 2017 y el primero del mismo año con solo 751 propiedades vendidas en los barrios analizados en el estudio: Les Corts, Sant Gervasi, Eixample, Gracia y Ciutat Vella. Septiembre es el mes responsable de este descenso en el número de operaciones. “Hasta entonces la evolución era ascendente”, añade Gruart Rüsch.

El atentado terrorista de agosto y la inestabilidad política y laboral, son algunos de los factores que explicarían la caída, aunque sin poder concretarse en qué porcentaje.

De octubre a diciembre, los precios se moderaron un 2% y el incremento total del coste de los inmuebles fue del 14% en 2017

LOS MOTIVOS DEL DESCENSO

El 17 de agosto marcó un antes y un después para Barcelona, también en lo relacionado con el mercado inmobiliario, ya que en cualquier ciudad que sufre un atentado, desciende la percepción de seguridad”, opina Gruart Rüsch.

El proceso soberanista también ha paralizado la compraventa de viviendas de inversores extranjeros, “aunque no podemos atribuir esta disminución únicamente a la inversión extranjera, ya que solo representa un 20% del total”. Lo mismo pasa con el comprador local, que está aplazando la decisión de compra hasta ver cómo evoluciona la situación política. “Pensamos que estos dos perfiles inversores no han desaparecido, sino que están a la expectativa”.

El empleo también es un factor importante. El cambio en la legislación laboral ha provocado una elevada contratación precaria, incrementando la inestabilidad laboral, así como la disminución de la capacidad adquisitiva. Esto, acompañado de un elevado incremento en los precios de venta en la vivienda, provoca que muchos compradores potenciales se planteen si el esfuerzo y el riesgo que comporta comprar una casa vale la pena. “En este aspecto, el mercado del alquiler parece menos arriesgado ante posibles cambios en la situación laboral: con un mes de preaviso, liquidas el contrato y te evitas preocupaciones”.

TAMBIÉN CAEN LOS PRECIOS

En cuanto a los precios, también se ha notado la mordida entre octubre y diciembre. Tal como explica Oriol Canal, director general de Engel & Völkers Barcelona, "la caída de un 2% del precio de la vivienda en la Ciudad Condal en los tres ultimos meses del ejercicio frenó la subida del 20% interanual vivida en los tres trimestres anteriores y sitúo finalmente el aumento del coste de los inmuebles en el 14%".

Este descenso fue provocado por el decremento de la demanda de los clientes internacionales, con un descenso del 32% en el último trimestre del año, mientras que la demanda del cliente nacional de primera residencia se mantuvo. Así, en el conjunto de 2017, la demanda de compradores de vivienda en Barcelona se repartió entre el 62% de clientes nacionales -dos puntos más que en 2016 (60%)- y el 38% de extranjeros de 47 nacionalidades distintas.

SARRIÀ-SANT GERVASI, LES CORTS I L’EIXAMPLE, LOS MÁS DEMANDADOS

Las zonas más solicitadas, según Engel&Völkers siguen siendo los distritos de Sarrià-Sant Gervasi, Les Corts, Eixample, Ciutat Vella y Gràcia. También Diagonal Mar, que una vez transformada en una de las áreas más premium de Barcelona presenta un precio medio de 12.000 euros/m2 que triplica el de la Vila Olímpica o Poblenou.

En la zona alta los barrios más demandados son Turó Park, Santa Amelia y Galvany. En Turó Park no existe una tipología de propiedad más solicitada y todo lo que sale a la venta tiene una gran aceptación, lo que le ha convertido en una de las ubicaciones más caras de la capital catalana con un precio medio de 7.500 euros/m2.

En cuanto a las ventas, el estudio de Monika Rüsch revela que donde menos bajan es en L’Eixample, con una caída del 12%. El segundo distrito con menos caída de ventas es el de Les Corts-Pedralbes, aunque hay que destacar que solo se vendieron 40 propiedades.

Las zonas más demandadas, según Engel&Völkers siguen siendo los distritos de Sarrià-Sant Gervasi, Les Corts, Eixample, Ciutat Vella y Gràcia

PERSPECTIVAS EN 2018

No obstante, y al margen de los datos del tercer trimestre, en el global del año, las operaciones de compra-venta en la capital catalana, se incrementaron un 13,7%. Si a ello le añadimos la escasa oferta de inmuebles, el resultado es un incremento del precio medio del m2 y un mayor dinamismo a la hora de cerrar las operaciones de compra-venta, con lo que se recorta el tiempo desde que un inmueble se pone a la venta hasta que finalmente se cierra la operación. Así lo demuestra otro estudio, de MG Grupo Inmobiliario, que confirma que este tiempo se ha reducido a 38 días.

En líneas generales, estas cifras denotan que el mercado goza de buena salud. De hecho, en las últimas semanas se ha detectado un mayor interés. “La disminución de la tensión política también provoca que los clientes estén más activos, aunque ahora hay más interés en el alquiler que en la compra”, concluye Gruart Rüsch.

Canal coincide en subrayar que "las previsiones apuntan a un incremento del precio de venta de las viviendas del 4% y a un aumento del 3% de las transacciones en Barcelona capital, que suben hasta el 14% y 11%, respectivamente, en su área metropolitana".

Por lo que respecta a los alquileres, al cierre de 2017 los precios se habían consolidado tras las fuertes revalorizaciones registradas en años anteriores y la previsión es que en 2018 mantengan la misma tendencia en Barcelona capital con subidas moderadas en el área metropolitana de la ciudad, según datos de Engel&Völkers.

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