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Jerome Powell, presidente de la Fed.
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Wall Street se ha hundido al finalizar la sesión del viernes (Dow Jones: -3,03%; S&P 500: -3,37%; Nasdaq: -3,94%), tras las sensibles ganancias de este jueves. El saldo semanal ha sido negativo para los índices neoyorquinos, con pérdidas del 4,22% para el Dow Jones. El S&P 500, por su parte, se ha dejado un 4,04% y el Nasdaq ha retrocedido un 4,44%

El discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ha centrado gran parte de la atención de los inversores, que también han conocido alguna referencia económica durante esta jornada.

DISCURSO 'HAWKISH' DE POWELL

Era el acontecimiento de la semana y, tal y como esperaban los expertos, ha terminado definiendo el tono de los mercados, al menos, en la sesión de este viernes.

El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ha despejado el interrogante que se hacían los inversores y se ha mostrado duro e inflexible en la lucha del banco central contra la inflación, asegurando que los tipos de interés seguirán subiendo, aunque ello cause "cierto dolor" a la economía. "El aumento de los tipos de interés, la ralentización del crecimiento y el debilitamiento del mercado laboral reducirán la inflación, pero también provocarán cierto dolor a los hogares y a las empresas", ha indicado.

En un discurso breve, pero directo, Powell ha reiterado el compromiso de la Fed de devolver la inflación al objetivo del 2%. “La estabilidad de precios constituye la base de nuestra economía: sin estabilidad de precios, la economía no funciona para nadie”, ha sentenciado Powell, al tiempo que ha apuntado que, sin ella, EEUU no conseguirá un “período sostenido de condiciones sólidas en el mercado laboral”.

Asimismo, Powell ha advertido que reducir la inflación llevará “algún tiempo” y requerirá “el uso de nuestras herramientas con fuerza” para “equilibrar la demanda y la oferta”. La Reserva Federal trabaja en esta orientación y el banquero ha asegurado que la Fed está “moviendo nuestra política de forma deliberada a un nivel que será lo suficientemente restrictivo” como para conseguir el objetivo de inflación.

El presidente de la Reserva Federal ha apuntado que el restablecimiento de la estabilidad de precios “requerirá probablemente el mantenimiento de una política restrictiva durante algún tiempo”. En este sentido, y en relación a cuán elevada será la próxima subida de los tipos de interés, ha indicado que todo dependerá de los datos económicos. “Nuestra decisión en la reunión de septiembre dependerá de la totalidad de los datos entrantes y de la evolución de las perspectivas”.

No obstante ha señalado que “en algún momento, a medida que la orientación de la política monetaria se endurezca aún más, es probable que resulte apropiado reducir el ritmo de las subidas”. Aunque para llegar a esa situación necesitan estar seguros de que la inflación está realmente bajando.

El presidente de la Fed ha reconocido que, si bien “los últimos datos económicos han sido dispares, en mi opinión nuestra economía sigue mostrando un fuerte impulso subyacente”. “El mercado laboral es particularmente fuerte, pero está claramente desequilibrado, con una demanda de trabajadores que supera sustancialmente la oferta de trabajadores disponibles”, ha indicado.

Powell ha asegurado que el banco central está “tomando medidas enérgicas y rápidas para moderar la demanda” y para mantener ancladas las expectativas de inflación. “Seguiremos haciéndolo hasta que estemos seguros de que el trabajo está hecho”, ha concluido.

LOS HALCONES CRECEN EN LA FED

Lo cierto es que en las semanas previas a Jackson Hole y desde el comienzo del simposio, los distintos miembros de la Reserva Federal han reafirmado sus posturas ‘hawkish’. Es el caso de conocidos ‘halcones’ del banco central como Neel Kashkari (Fed de Mineápolis) o James Bullard (Fed de Saint Louis), que apostaron claramente por una subida de 75 puntos en septiembre. De hecho, el primero reconoció que sería necesario subir los tipos de interés agresivamente “aunque se provoque una recesión”, mientras que Bullard afirmaba que no veía “por qué se quiere alargar la subida de tipos hasta el año que viene”.

Bullard es uno de los banqueros que han comparecido ya en Jackson Hole, pero no el único y tampoco el más agresivo. Esther L. George (Fed de Kansas) ha asegurado que el banco central tiene que “aumentar los tipos de interés para desacelerar la demanda” y ha señalado que podrían llevar las tasas por encima del 4% durante algún tiempo. Por su parte, Patrick T. Harker (Fed de Filadelfia) ha señalado que “tenemos que llegar a una postura restrictiva, lo que haremos a final de año”, al tiempo que señalaba que los tipos de interés deberán superar el 3,4%. Actualmente, el mercado descuenta que el tipo de interés de referencia de la Fed alcanzará el nivel del 3,75% a cierre de 2022.

Por otra parte, Raphael Bostic (Fed de Atlanta) también se ha mostrado muy ‘halcón’, dispuesto a apostar por los 75 puntos básicos salvo que se produzca un gran cambio y ha avisado que “es de esperar un cierto debilitamiento de la economía”. “Va a ser realmente importante que resistamos la tentación de ser demasiado reaccionarios, y que nos aseguremos realmente de que la inflación está bien encaminada hacia el 2% antes de tomar cualquier medida para aumentar la acomodación en nuestra política”, ha añadido.

ECONOMÍA Y OTROS MERCADOS

En la escena macroeconómica, este viernes se ha conocido el dato de inflación PCE en Estados Unidos, la medida preferida de la Fed. El índice ha descendido en julio hasta el 6,3% en tasa interanual desde el 6,8% anterior, y mejorando lo anticipado por el consenso, que esperaba un 7,4%. Por su parte, la inflación PCE subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos no elaborados, se ha moderado ligeramente hasta el 4,6% desde el 4,8% de junio, y mejorando el 4,7% anticipado por el mercado.

El dato de inflación PCE ha reflejado con respecto al mes anterior una disminución de los precios de los bienes (-0,4%), un aumento del 0,1% de los precios de los servicios y un incremento del 1,3% de los precios de los alimentos. Los precios de la energía han descendido un 4,8%.

También se han publicado las lecturas de los datos de ingresos y gastos personales de julio. En cuanto a los primeros, han bajado hasta el 0,2% en julio desde el 0,7% de junio, mientras que para los gastos se ha producido una reducción hasta el 0,1% desde el 1%.

Por último, se ha conocido el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan para agosto, un dato que ha repuntado hasta el nivel de los 58,2 puntos desde los 55,1 de julio y los 55,2 esperados por los mercados.

En otros mercados, el petróleo ha subido, el West Texas (+0,37%) se ha situado en 92,87 dólares, mientras que el crudo Brent (+1,37%) ha llegado hasta los 100,7 dólares.

El euro se ha depreciado frente al dólar (-0,08%) y ha alcanzado la paridad. La onza de oro, por su parte, ha cedido un 1,22% y se ha situado en 1.749 dólares. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años ha repuntado hasta el 3,03%.

Finalmente, el bitcoin ha caído un 4,04% y ha bajado de los 21.000 dólares. La caída ha sido más acusada en ethereum, que ha perdido un 8,36% hasta los 1.564 dólares.

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