• La incertidumbre condiciona los mercados globales
  • Información y comunicación, clave para llegar a mercados desconocidos
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El mundo se encuentra sumido en un proceso de cambio constante. El avance tecnológico y la aparición de nuevos líderes políticos y económicos han terminado con la percepción tradiciaonal que se tenía del planeta. Ahora, los CEO de grandes empresas tienen que revisar sus estrategias para seguir controlando un mercado en el que cada vez es más difícil destacar.

Así, este cambio de estrategia no afecta solo a los empresarios de economías europeas, Estados Unidos o Japón, sino que también a aquellos que proceden de los grandes mercados emergentes, ya que todos pasarán a competir en la misma liga.

Las cinco cosas que todo CEO debe hacer en la próxima década:

1- El posicionamiento geográfico de la empresa:

Hay dos opciones para la ubicación geográfica: tener una sede central y dominar grandes vías de distribución o, por el contrario, llevar a la producción a los mercados en los que se quiere competir. De esta forma, los productos con una vida útil más corta tienden a ser producidos dentro del propio mercado en el que se consumen.

Mientras, las industrias relacionadas con el lujo o productos más duraderos mantienen sus sedes de producción central y llegan a los diferentes mercados a través de grandes vías de distribución. La falta de recursos hace que en muchas ocasiones sea mejor centrarse en una estrategia más regional que global.

2- Luchar con los cambios constantes que se producen en el mundo:

Los mercados internacionales se rigen por una incertidumbre constante. Los cambios legislativos o las tensiones políticas exponen a las empresas extranjeras a cambios que no saben adónde pueden conducir.

La información es la herramienta más valiosa para combatir este problema. Esto dota a la empresa de mayor agilidad y capacidad de reacción ante problemas imprevistos, donde también entran los desastres naturales.

Además, hay que invertir en investigación y buscar alianzas con firmas locales, que son las que mejor conocen la naturaleza del mercado en el que se compite. Muchas veces es la investigación la que abre la puerta de la estas alianzas.

3- La organización de la empresa:

La organización de una empresa se hace más compleja según avanza y se consolida la globalización. Los equipos y estructuras de mando son cada vez más heterogéneas, lo que deriva en el desarrollo de unidades de negocio más amplias.

Así, muchas compañías importantes han trasladado a las delegaciones locales la toma de decisiones, ya que cada sección de la firma opera en un mercado con características diferentes. Esta 'descentralización' permite una mejor adaptación al cambio y de aprender sin necesidad de incurrir en errores que pueden resultar determinantes para el futuro de la compañía.

4- La importancia de la cultura global:

Este aspecto es complicado. Las empresas deben dar una imagen de unidad que sea, a la vez, compatible con otra fachada de diversidad y multicultural. Hacer coincidir estos dos discursos es una tarea muy complicada. Incorporar empleados de diferentes nacionalidades ayuda a conocer mejor todos los mercados en los que se compite.

Para solucionar este problema, hay que ampliar los centros de reclutamiento y que multiplicar los criterios criterios de sección. Así, hay que aprovechar la diversidad para crear una cultura común en toda la firma: la cultura global.

5- Las claves del liderazgo de una compañía global:

Todo CEO de una empresa global tiene que estar dispuesto a viajar. Y mucho. Los mercados funcionan de maneras muy diferentes entre sí, por lo que tiene que invertir su tiempo en conocerlos. De hecho, estos directivos deberían emplear la mitad de su tiempo en estar presentes en los países en los que compiten.

También es clave saber qué decir en cada momento. Y en este aspecto, es muy importante saber trasmitir las ideas de la empresa a la los subordinados. Este liderazgo debe reflejar el carácter global de la compañía, ya que estos subordinados se convertirán en los futuros líderes de la empresa.

El equipo de liderazgo que acompaña al CEO debe ser multicultural, para trasmitir el mensaje que se ha señalado en los puntos anteriores. Así, se reflejan las diferencias locales y las personas encargadas de conducir a la compañía a buen puerto tienen un gran conocimiento de los mercados en los que se mueven.

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