petroleocbcrash1
Petróleo.

Dos cosas han quedado claras esta semana respecto al petróleo. La primera de ellas, que la OPEP+ ha fracaso estrepitosamente en su intento de reanimar los precios del crudo. La segunda, que el quid de la cuestión está en la demanda y que ésta sigue hundiéndose. La propia OPEP y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han hecho advertencias en los últimos días en este sentido y, ante esta situación, poco se puede hacer.

Desde que la OPEP+ acordó, hace ahora una semana, un recorte histórico de producción de 9,7 millones de barriles diarios, el West Texas se ha desmoronado algo más de un 20% y el Brent, un 13%. El petróleo de referencia en EEUU cotiza en niveles que no se veían desde diciembre de 2001. El crudo acumula en el año un derrumbe del 70%.

El acuerdo de los grandes productores ya fue recibido con frialdad en un primer momento, porque se considera que ha sido insuficiente (se había llegado a hablar hasta de una reducción de 15 millones), que ha llegado tarde (cuando ya el exceso de producción es imposible de controlar y asumir) y que no cuenta con la participación de todos los que deberían participar, especialmente Estados Unidos. Los analistas ya habían advertido de que, o el anuncio era a lo grande e incluía a Donald Trump o podía convertirse en un bluff, como así ha sido.

LA DEMANDA SIGUE HUNDIÉNDOSE

Las instalaciones de almacenamiento se petróleo se acercan rápidamente a su capacidad máxima y la producción no está cayendo lo suficientemente rápido. La perspectiva de una reapertura de las economías, de la que se ha hablado mucho esta semana, es positiva para los precios del crudo, pero los problemas a corto plazo no se están resolviendo con la suficiente rapidez.

La demanda continúa desplomándose y la propia OPEP redujo este jueves su pronóstico de demanda mundial, que sitúa ahora en 92,82 millones de barriles diarios, 6,91 millones menos que en su estimación anterior. La mayor parte de la caída se producirá en abril. De esta forma, la media del segundo trimestre se situará en 86,7 millones de barriles diarios, lo que supone una revisión a la baja de 11,5 millones de barriles.

De acuerdo a las cálculos del cartel, el 60% de la demanda perdida en el segundo trimestre se derivará de la menor demanda de combustibles para transporte, principalmente gasolina y fuel para aeronaves.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) anunció el miércoles que el coronavirus acabará este año con casi una década de crecimiento de demanda. "Incluso asumiendo que las restricciones de viajes se alivien en la segunda mitad del año, esperamos que la demanda mundial de petróleo en 2020 caiga en 9,3 millones de barriles al día frente a 2019, borrando casi una década de crecimiento", explicó el organismo.

"Los primeros días de abril podrían marcar el punto más bajo del colapso de la demanda mundial de petróleo, pero los próximos meses deberían mostrar una lenta recuperación. La cuestión es que la oferta sigue a la demanda con retraso y a menor velocidad", explica Norbert Rücker, experto de Julius Baer.

Los cálculos del balance del mercado del crudo revelan que, incluso con el renovado acuerdo de recorte de suministro de la OPEP+, una severa caída de producción del petróleo de esquisto y otros productores, es probable que el espacio de almacenamiento de crudo se llene ya en mayo.

"Estas simples matemáticas explican la excepcional pendiente de la curva de los futuros del petróleo. (...) Los precios del petróleo seguirán mostrando continuas oscilaciones salvajes dada la incertidumbre, seguidas de una recuperación a largo plazo a medida que la producción cae y la demanda se recupera, aunque persistirá el exceso de almacenamiento", pronostica Rücker.

Noticias relacionadas

contador