Los inventarios de crudo estadounidense han asestado otra puñalada a los precios del petróleo. El denominado oro negro se revalorizaba antes de conocerlos, con la esperanza de que cayeran para paliar la baja demanda. Finalmente, se elevaron hasta niveles de récord suponiendo otra losa para la materia prima.
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La Agencia de Energía de EEUU ha anunciado este miércoles un incremento de sus inventarios de petróleo de 19,2 millones de barriles, máximo histórico.
Al no haber apenas actividad y con la demanda de crudo ya agonizante, este dato, sumado a los 503 millones de barriles de inventarios comerciales almacenados, han sido suficiente para dar la puntilla al petróleo. El barril de West Texas sigue por debajo de los 20 dólares y, el de Brent, cotiza aún por debajo de los 30 dólares.
"Teniendo en cuenta la escala de la destrucción de la demanda en este trimestre, los recortes productivos de la OPEP+ se quedarán cortos para traer el esperado equilibrio al mercado y así se ha visto reflejado en los precios del crudo desde que se cerró el acuerdo", afirman los expertos de ING.
Algunos países se han ofrecido a ayudar comprando a otros petróleo para elevar estratégicamente sus propios almacenes de crudo. Sin embargo, existen ciertos límites físicos a cuanto oro negro puede ser comprado. "Nuevos recortes productivos serán necesarios para evitar otro colapso en el petróleo", anticipa el analista Stephen Innes.
