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La devaluación del yuan de este mes de agosto, que los analistas prevén que prosiga hasta finales de año al calor de la guerra comercial entre China y EEUU, se ha colocado de lleno en el epicentro de las nuevas conversaciones que ambas potencias mantendrán a inicios de octubre en Washington. La administración de Donald Trump ha expresado sus deseos de debatir sobe la manipulación que, a su juicio, Pekín ejerce sobre su moneda y los expertos advierten del riesgo de que el conflicto se convierta en una guerra de divisas.

Desde que China dejó caer al renminbi a inicios del mes pasado, la política monetaria, antes secundaria, se colocó como uno de los temas principales en la lista de agravios que la Casa Blanca acumula en el toma y daca arancelario con la segunda potencia mundial. El 6 de agosto, el renminbi traspasaba el umbral de 7,00 yuanes por primera vez en 11 años y la reacción estadounidense fue de designar a China como "manipulador de divisas".

El Banco Popular de China rechazó la acusación de EEUU, señalando que la postura estadounidense socava gravemente el orden financiero internacional y obstaculiza en gran medida el comercio internacional y la recuperación económica mundial. Según datos del Banco de Pagos Internacionales (BPI), citados por el banco central chino, entre 2005 y 2019 el tipo de cambio nominal efectivo del yuan se apreció un 38%, mientras que el real efectivo de la moneda china se incrementó un 47%.

El supervisor asiático ha jugado con la cotización desde entonces, mientras de cara a la galería se ha justificado aduciendo a las "presiones de mercado". El 2 de setiembre, después de que los últimos impuestos del 15% a importaciones chinas por valor de 112.000 millones de dólares entraran en vigor, dejó que el punto medio de la banda de referencia del tipo de cambio del dólar cayera a mínimos desde el 13 de marzo de 2008, hasta 7,0883 yuanes por dólar. Los analistas coinciden en señalar que el Banco Popular de China sigue aguantando la moneda pero envía señales de hasta dónde puede llegar si el proteccionismo estadounidense no cesa. "Estamos ante una potencial guerra de divisas", asegura Stephen Innes, analista de AxiTrader.

La introducción del elemento moneda añade más incertidumbre al desenlace de las conversaciones comerciales que se celebrarán a inicios de octubre en Washington y "genera el temor de que ambas naciones conviertan el conflicto comercial en uno de divisas", agregan por su parte los expertos de Link Securities.

El último grano de arena a la montaña de temores que se apilan en este sentido lo ha puesto el secretario del Tesoro estadounidense, Stephen Mnuchin, quien ha advertido a Pekín que Washington quiere abordar la "manipulación de la moneda" en la ronda de negociaciones que se desarrollarán en la capital estadounidense el próximo mes.

"Espero que el gobernador del Banco Popular de China venga a estas conversaciones. Por lo tanto, parte de los temas que abordaremos se referirán a la moneda y a su manipulación", ha declarado Mnuchin a los periodistas, refiriéndose a la decimotercera ronda de contactos.

EL YUAN SEGUIRÁ DEPRECIÁNDOSE

Los analistas afilan los lápices para aventurar hasta dónde puede llegar Pekín con el tipo de cambio. Desde Westpac consideran que el yuan era "particularmente resistente" antes de agosto, pero "con la escalada de las tensiones comerciales hay menos incentivos para evitar que el renminbi se debilite". Añaden que la caída del renminbi en agosto se debió en parte a las caídas anteriores de otras monedas de Asia y el Pacífico a medida que el Banco Central de China retrocedía para permitir una "rutina ascendente gradual".

La horquilla que dan los analistas se ubica entre 7,3 y 7,5 yuanes de aquí a finales de año, una devaluación que eclipsará casi totalmente los aranceles. "Nuestra opinión era que si EEUU siguiera imponiendo nuevas rondas de aranceles, no sería inconcebible que el renminbi alcanzara 7,5 yuanes o más por dólar. Esto está empezando a hacerse realidad y podría suceder rápidamente si ninguna de las partes retrocede", indica por su parte Jason Daw, jefe de estrategia de mercados emergentes de Société Générale.

Pero será en el largo plazo ya que, por el momento, "el intenso escrutinio que reina sobre el renminbi por parte de la administración de EEUU", hace pensar que "permanecerá estable durante el resto de septiembre", opina Innes. "Dado el tumulto económico actual en China, lo último que necesita el regulador asiático es caer bajo el fuego de la brigada de guerra de divisas de Estados Unidos", remacha.

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