El anuncio de la empresa catalana de gestión del agua, Agbar, de la reubicación de su sede social en Cataluña disparó todo tipo de especulaciones sobre si sería el pistoletazo de salida de una paulatina ‘vuelta a casa’ tras el agudo éxodo empresarial de 2017. Por el momento, y aunque la compañía adujo a la recuperada “estabilidad económica” en la región para justificar su decisión, las grandes cotizadas no se plantean seguir sus pasos y ha emprendido el viaje de regreso en solitario.
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Ante el otoño caliente que se espera en la comunidad, con las crecientes y renovadas tensiones entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el Govern de la Generalitat de Quim Torra, las empresas catalanas del Ibex optan por la estrategia de guardar un tenso silencio sobre una nueva mudanza. Sin ir más lejos, Naturgy prefiere no “entrar en estos temas”, cuando Torra sigue empeñado en asegurar que su objetivo es desplegar la república y la oposición exige al Gobierno socialista que ataje cuanto antes las ínfulas soberanistas e imponga un nuevo y mejorado 155 en la región.
La antigua Gas Natural Fenosa dejó en junio -durante la presentación de su nueva imagen y plan estratégico- la puerta abierta de par en par a desandar el camino que emprendió apenas una semana después del referéndum independentista de octubre del año pasado y volver a trasladar su sede social a Barcelona, desde Madrid. Pero más de dos meses después, este movimiento no parece estar en los planes inmediatos de la gasista. Como tampoco hay noticias desde Cellnex, Colonial, Abertis, Codorníu, San Miguel, Dogi o entre las más de 4.000 empresas que protagonizaron un éxodo empresarial sin precedentes que sólo se frenó con la toma de control de la administración catalana por parte del Gobierno de Mariano Rajoy.
La aplicación del mencionado artículo de la Constitución ha devuelto la confianza a los inversores que han reactivado sus operaciones en la región, asegura un gestor de fondos de Barcelona. Sin embargo, una vez retirado, los exabruptos del Gobierno de Torra y la fragilidad de la legislatura de Sánchez, a quien muchos ven secuestrado en manos de los independentistas en cuestiones fundamentales como los Presupuestos Generales del Estado, generan cierto nerviosismo, hasta el punto que los analistas de Barclays avisaban en un reciente informe del “desorden político” en España.
Banco Sabadell “no tiene sobre la mesa” recolocarse en Barcelona
LA VUELTA “NO ESTÁ SOBRE LA MESA”
De hecho, los depósitos bancarios siguen en números negativos. De la diáspora de 30.000 millones de euros con la que se cerró el ejercicio pasado, ni uno ha sido repatriado en las sucursales bancarias de la comunidad, ya que, si bien las fugas se han frenado completamente, según el Banco de España, no se ha vuelto al crecimiento, tal como muestran datos del regulador de marzo de 2018. Precisamente, por reforzar la confianza del cliente particular de banca, mucho más sensible que el inversor institucional a las noticias de los medios de comunicación, Banco Sabadell, despejó toda duda tras el anuncio de Agbar y mantendrá su sede social en Alicante.
La entidad presidida por Oliu “no tiene sobre la mesa” recolocarse en Barcelona, según comentan a Bolsamanía fuentes conocedoras de situación. La decisión de la matriz del grupo de gestión del agua, la Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB), coincidió con la intervención del consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ante la Comisión de investigación del Congreso de los Diputados relativa a la crisis financiera de España y el programa de asistencia. Guardiola volvió a esgrimir que el traslado del pasado octubre “fue una decisión en defensa de clientes y accionistas” que frenó las salidas de depósitos. Y, en definitiva, ratificó la intención de la entidad financiera de permanecer donde están ahora.
CaixaBank también ha optado por mantener un perfil bajo ante las dudas sobre por cuánto tiempo permanecerá en Valencia, la ciudad elegida por el banco en detrimento de la capital catalana. No obstante, al igual que la entidad presidida por Josep Oliu -y al contrario que Agbar-, hace casi un año manifestó que la decisión no era temporal. En la presentación de resultados del segundo trimestre del año, en julio, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, insistió en su compromiso con la ciudad valenciana.
Así, todo apunta a que la empresa gestora de aguas, que desde un primer momento sostuvo que su decisión no tenía carácter definitivo, viajará sola. De hecho, según los datos publicados por INFORMA en el Estudio sobre Cambios de Domicilio, 595 empresas han completado su salida de Cataluña en el segundo trimestre del año. Una cifra que, comparada con el mismo período de 2017, es un 234% superior, aunque el documento también arroja un decremento con respecto a las 1.695 empresas que se ‘fugaron’ de enero a marzo. Este estudio certifica que la región lidera los cambios de domicilio que se realizan en España, con el 35% del total. El saldo negativo entre llegadas y salidas en la comunidad, el más elevado del país, llega a 471 empresas.
Cataluña es la única comunidad que mantiene esta tendencia negativa en todos los trimestres desde hace un año y la receta de parte del empresariado catalán para enmendar esta realidad sigue siendo una mayor dosis de intervención en la comunidad por parte del Estado, Constitución en mano. De lo contrario, según Josep Bou, presidente de Empresaris de Catalunya, se desembocará en una situación similar a la de octubre del año pasado, con consecuencias tan devastadoras como entonces.
