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Las dudas planean sobre los mercados, sobre todo después de la publicación de algunos de los últimos datos macroeconómicos tanto en EEUU como en la zona euro, que han aumentado el miedo ante una posible recesión. En las últimas sesiones, los inversores han deshecho sus posiciones en la renta variable buscando activos más seguros. Esto ha provocado una fuerte revalorización de los bonos soberanos, con la correspondiente caída en la rentabilidad de los mismos. De hecho, cada vez son más los bonos con rendimientos negativos.

La huida de los inversores hacia la renta fija se ha dejado notar en países como EEUU, Japón, Suiza o Alemania. "Los inversores han huido de los activos de riesgo a marchas forzadas y se han decantado por la renta fija más segura", afirman desde Self Bank. Tanto, que el 'bund' alemán ya ofrece rentabilidad por debajo de cero, algo que solo había ocurrido una vez en toda la historia, en 2016.

"Los inversores están tan desesperados por mantener deuda segura respaldada por el Gobierno que están dispuestos a sacrificar cualquier rendimiento e incluso a soportar una pérdida para poseerla", dicen en The Leuthold Group, añadiendo que "lo que estamos viendo es una valoración al alza tanto de los precios de las acciones como de los bonos, lo que refleja el hecho de que la economía se ha desacelerado, la presión inflacionaria ha disminuido y las autoridades monetarias se han vuelto acomodaticias".

Lo mismo sucede en el mercado de deuda nipón, que también ofrece rentabilidades negativas en todas sus referencias a corto y medio plazo. Aunque en el caso de Japón, su deuda "se ve muy condicionada por las intervenciones del banco central, que mantiene sus políticas monetarias que la rentabilidad de la deuda soberana a diez años se mantenga en torno al 0%", explican en IG.

En EEUU, ha pasado un fenómeno que no se veía desde 2007, justo antes del comienzo de la crisis, y que ha generado preocupación: la rentabilidad del bono a 90 días supera a la del bono a diez años, lo que significa que se ha invertido la curva de tipos, algo que es considerado por el mercado como un indicador adelantado de un camio de ciclo, ya que "casi siempre" ha servido para predecir la entrada en un periodo de recesión. Los analistas de Link Securities señalan que, en EEUU, toda recesión desde 1950 ha sido precedida por la inversión de la curva, salvo en 1966, cuando se produjo una falsa alarma.

Las sorpresas negativas de los datos macro provocan una fuerte revalorización de los bonos soberanos, con la consiguiente caída de la rentabilidad de los mismos

"La mayor demanda de deuda a medio y largo plazo ocasiona que las rentabilidad de dichos bonos en el mercado secundario desciendan a mayor velocidad de lo que lo hacen aquellos que tienen un vencimiento a más corto plazo", añaden desde IG. Ahora, las sorpresas "negativas" de los datos macroeconómicos provocan una "fuerte revalorización de los bonos soberanos, con la consiguiente caída de la rentabilidad de los mismos".

Según el índice de Bloomberg sobre deuda con rendimiento negativo, este mercado supera ya los 10 billones de dólares, el nivel más alto desde septiembre de 2017. "Casi una quinta parte del mercado recibe a los inversores que compran deuda de grado de inversión con rendimientos por debajo de cero".

¿QUÉ VIENE A PARTIR DE AHORA?

"La realidad es que el crecimiento económico es muchas regiones es anémico, especialmente en Europa, y esto va a ser un pesado lastre para los mercados de valores, al menos en el corto plazo", esperan en Link Securities, con lo que la macroeconomía será a partir de ahora "la principal referencia para unos inversores que, de momento, volverán a optar por la seguridad", buscando refugio en la deuda pública.

Más, en medio de una "abrupta desaceleración económica" mostrada por China y la UE en los últimos trimestres, lo que se suma a las dificultades de encontrar un acuerdo comercial entre EEUU y China, junto con la visión "más prudente" de la Reserva Federal (Fed) en su última reunión y la "caótica gestión" del Brexit.

Sin embargo, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insiste en que el riesgo de recesión continúa siendo bajo, a pesar de que los datos indican que "es la solidez del sector servicios la que está evitando que la economía de la eurozona se precipite a una nueva recesión", argumentan los expertos, que creen que "si esta situación es o no mantenible, se verá en los próximos meses".

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