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El mercado de bonos del Tesoro en Estados Unidos acumula varias jornadas con escasos movimientos, en las que el rendimiento del bono a 10 años apenas se ha movido en un margen de 8 puntos. En opinión de Ian Lyngen, analista de BMO Capital Markets, podría ser la antesala de un fuerte repunte.

Según ha explicado Lyngen en una nota del pasado miércoles, recogida por Market Watch, el rendimiento del bono a 10 años se ha movido entre el 2,8% y el 2,9% durante las últimas 14 sesiones. Y, en su opinión, los periodos marcados por bandas comerciales tan estrechas suelen anticipar una fuerte liquidación en el mercado.

“Nuestra sensación es que algo dramático se acerca en el horizonte. Este sesgo se debe, en parte, al hecho de que los bonos del Tesoro rara vez operan en un rango tan ajustado durante un periodo prolongado de tiempo”, afirma Lyngen, según Market Watch.

En su análisis, el experto de BMO afirma que en los últimos cuatro de los cinco periodos en los que el rendimiento del bono a 10 años se limitó también a un rango estrecho durante 13 o 14 días seguidos, sufrió después un salto de 10 puntos básicos o más.

Pese a esto, Lyngen reconoce que este periodo de tranquilidad en el mercado puede también deberse al periodo vacacional del verano. Sin embargo, el actual entorno, con la guerra comercial de fondo, las preocupaciones inflacionarias y las actuaciones de la Fed (que muestra pocas señales de frenar su objetivo de seguir subiendo los tipos), hacen pensar a los expertos de BMO que el mercado de bonos está cerca de una “fea liquidación”.

“La complacencia del verano es una explicación, pero no estamos convencidos de que sea tan simple como eso. Nuestra sensación es que el mercado del Tesoro se encuentra en un equilibrio precario que tiene una vida útil breve”, afirma Lyngen.

Otra razón para la falta de movimientos que señala este experto son los aranceles impuestos por Estados Unidos a las exportaciones provenientes de otras potencias económicas, como China o la Unión Europea. En teoría, los aranceles estimulan la inflación, pero pueden ser deflacionarios si desembocan en una guerra comercial, lo que provoca incertidumbre.

Así lo explica a Market Watch Victoria Fernández, estratega jefe de mercados de Crossmark Global Investments: “La mejor forma en que los inversionistas y las empresas lidian con la incertidumbre es no hacer nada”.

Lyngen mantiene su previsión de que los precios del Tesoro seguirán subiendo a largo plazo, y considera que este escaso movimiento de las últimas sesiones es solo un bache a corto plazo en el camino.

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