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El Presidente Ejecutivo De Telefónica, José María Álvarez-PalleteEuropa Press
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Después de tres años de trabajo, Telefónica ha atravesado en 2018 “el ecuador de su transformación”. Así lo ha declarado su presidente, José María Álvarez-Pallete, en la presentación de resultados de 2018, un ejercicio que ha afianzado su transformación de ‘teleco’ a tecnológica. Pero aún queda trabajo por hacer.

El principal ejecutivo de la compañía ha destacado dos hitos del último ejercicio: que los ingresos de banda ancha y servicios digitales ya son más de la mitad del total y que la compañía avanza a buen ritmo en su desapalancamiento.

Desde 2016, Telefónica ha logrado reducir su deuda en 12.000 millones, situándose al cierre de 2018 en 41.785 millones. Sólo en el último año, indica el informe de resultados, se ha reducido en 2.445 millones -un 5,5% anual-, gracias a la generación de caja libre, las desinversiones financieras netas (392 millones) y otros factores como sentencias judiciales favorables que han sumado otros 532 millones.

En el desapalancamiento ha tenido gran incidencia la estrategia de desinversiones que sigue la compañía: desprenderse de aquellos activos a los que no puedan sacarles retorno orgánico sobre capital.

Es el caso de su salida de Centroamérica. Tras vender Telefónica Móviles Guatemala y El Salvador a América Móvil, esta semana se ha despedido de la región con la venta de la totalidad de su participación sobre filiales de Costa Rica, Panamá y Nicaragua a Millicom International Cellular -Tigo-, por 1.455 millones de euros. La operación generará unas plusvalías de alrededor de 800 millones. Su salida de la región y la venta de Antares a Catalana Occidente ayudarán a reducir la deuda en otros 1.400 millones, estima la compañía.

¿Habrá más desinversiones? Telefónica lo tiene claro: sí, pero no se hará destruyendo valor. Pallete ha sido rotundo respondiendo primero a los analistas y después a los medios. No se venderán activos o geografías “por el mero hecho de reducir deuda”.

Un ejemplo es Venezuela. Con casi 9 millones de clientes en el país, la compañía permanece pese a las turbulencias políticas y económicas que atraviesa el país desde hace años. Actualmente, aporta un 0,02% de los ingresos, afirma Pallete, por lo que su aporte a las cuentas consolidadas es casi nulo. Pero no se pierde la esperanza. “Cualquier mejora en la situación de Venezuela será positiva”, indica el directivo, señalando la “pura opcionalidad” de la operación.

México, sin embargo, es una operación “con la que no estamos contentos, tenemos que mejorar”, considera Pallete. El directivo ha subrayado que su obligación es lograr esas mejoras de forma orgánica, pero que las opciones inorgánicas son amplias y no hay nada descartado. “Si en el camino se produce una opción, lo estudiaremos. No tiene por qué ser una venta total, puede ser una parte o compartir redes. Hay muchas opciones para realizar operaciones inorgánicas”, ha insistido.

REINO UNIDO RECUPERA BRILLO

El giro en el timón ha hecho que la salida de Reino Unido ya no sea clave para el desapalancamiento, ha asegurado Pallete. “La venta de O2 (a Hutchinson) se bloqueó en 2016, desde entonces hemos reducido la deuda -sobre todo de forma orgánica- lo mismo que si lo hubiésemos vendido”, ha indicado el principal directivo de la ‘teleco’.

Además, es un negocio que ha mejorado su rentabilidad y que ahora se posiciona como activo “muy importante”. “Estamos cómodos con la trayectoria, trimestre a trimestre tiene mejor desempeño. No necesitamos venderlo”, ha subrayado Pallete.

Respecto a los planes de sacar a bolsa su filial británica, el directivo ha subrayado que el Brexit ha frenado los planes y que, hasta que no vean un entorno más favorable, no se lo volverán a plantear. “Pero ya no dependemos de ello para desapalancar la compañía”, ha sentenciado.

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