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Los inversores temen que la crisis de la lira turca se esté reactivando, lo que podría poner entre las cuerdas a BBVA, que ya lo pasó mal el pasado verano por culpa de este mercado. Al fuerte desplome de la divisa de hace unos días se suma el incremento de los swaps sobre divisas, que se dispararon un 700% el martes, llegando a un máximo no alcanzado desde la crisis financiera que asoló el país en 2001.
El desplome que sufrió la lira turca el pasado viernes, de casi un 5%, llevó al banco central del país a salir en defensa de su divisa elevando la tasa de endeudamiento al 25,5%, lo que, según los expertos, repercutirá en una subida de 150 puntos básicos de los tipos de interés. Aunque en las sesiones del domingo, lunes y martes la lira se ha impulsado frente al dólar, este miércoles retrocedía un 1,1%.
El escenario turco se complica, además, después de que la autoridad monetaria del país responsabilizara a las entidades financieras del desplome de la lira. De hecho, se ha iniciado una investigación contra JP Morgan y otros bancos por una nota de análisis que considera "engañosa y manipuladora" y que recomienda vender la lira contra el dólar.
Turquía representa el cuarto mercado de BBVA por beneficio y en el conjunto del año 2018 aportó 569 millones de euros a sus ganancias, un 31% menos que el ejercicio anterior por la crisis de la lira. El grupo podría repetir este año los problemas que sufrió el pasado verano con la lira turca, que llegó a depreciarse un 40%.
La inversión de BBVA en el país, a través del 49% de Garanti que dispone, se devaluó por la depreciación de la moneda y el grupo solamente respiró cuando el banco central, contra el criterio de Recep Tayyip Erdogan, el presidente del país, decidió subir los tipos de interés un 24%.
