El Ministerio de Sanidad de Japón informó este sábado de que dos hombres, de unos 30 años, han fallecido días después de recibir la segunda dosis de la vacuna de Moderna contra la Covid-19 que pertenecía a uno de los tres lotes retirados la semana pasada tras encontrar "sustancias anómalas", según recoge Reuters.
Las autoridades sanitarias han querido aclarar que, ahora mismo no se sabe si hay relación entre las muertes y las vacunas administradas, antes de añadir que está trabajando con expertos independientes para ratificar los resultados de las investigaciones.
El país nipón tomó la decisión el pasado jueves de bloquear por precaución 1,63 millones de dosis correspondientes a tres lotes producidos en España por la farmacéutica Rovi, responsable de la manufactura de las vacunas de Moderna fuera de EEUU, que iban a ser utilizadas o se habían inoculado ya a algunos pacientes, tras encontrar sustancias extrañas, posiblemente metálicas, en el lote 3004667 de la vacuna de Moderna.
No obstante, también decidió detener el uso de aquellos viales con los números de lote 3004734 y 3004956, aunque no se ha hallado en ellos ninguna sustancia extraña. Estos últimos se elaboraron utilizando la misma línea de producción de la empresa española.
Takeda Pharmaceutical, distribuidor de la vacuna Moderna en Japón, así como el fabricante de la vacuna, han declarado de suma importancia que se investigue oficialmente la relación entre las muertes y las inyecciones, porque hasta el momento no se ha detectado ningún vínculo, explicaron en un comunicado conjunto emitido el sábado y recogido por Bloomberg.
Rovi ha informado este lunes de que sigue investigando lo ocurrido, y ha remarcado que "hasta la fecha, no hay evidencias de que estas muertes hayan sido provocadas por la vacuna. En cualquier caso, está en curso una investigación formal para establecer si existe alguna conexión".
Recordamos que el jueves pasado Rovi se hundió un 13% en bolsa tras conocerse la contaminación de los viales. El viernes subió un 3,9%.
Por su parte, el ministro de Sanidad japonés, Norihisa Tamura, pidió el viernes tanto a Moderna como a Takeda que "tomen medidas para que no vuelva a suceder y para hallar la causa pronto", con vistas a "evitar la preocupación de la gente que se vacuna".
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