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Letrero de una sucursal de BankiaBANKIA

Sergio Durá, interventor de Bankia desde julio de 2011 hasta el pasado mes de enero, considera que no se puede calificar ahora de “anormal” el hecho de que a Deloitte le faltara tanta información a la hora de emitir el informe de auditoría de las cuentas de 2011, sino que se ha de tener en cuenta que en aquel momento la situación del banco “no era normal”. “En aquel momento era muy complicada la situación”, ha añadido durante el juicio.

El directivo de Bankia ha decidido voluntariamente someterse al interrogatorio de la Fiscalía en la causa penal que investiga la salida a bolsa de la entidad, a pesar de que el Ministerio Fiscal no ha formulado una acusación contra él. Durá solamente está acusado por falsedad contable por las acusaciones particulares.

Carmen Launa, la representante del Ministerio Público en el caso Bankia, le ha cuestionado sobre el hecho de que la entidad remitiera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) las cuentas del ejercicio 2011 sin auditoría y sobre la información de la que el auditor externo, Deloitte, no disponía para realizar el informe preceptivo.

¿Es habitual que haya información pendiente? Sí. ¿Tanta? No. ¿La coyuntura era habitual? No. Era normal que faltara tanta información”, ha justificado Durá, para quien no existe precedente en España ni, probablemente, en Europa de la integración de siete entidades en una sola, pues se trata de un proceso “supercomplejo”.

“La situación no era normal y no se puede calificar de anormal algo viéndolo ahora. En aquel momento era muy complicada la situación”, ha reafirmado el directivo de Bankia, que el pasado mes de enero dejó de ser interventor, puesto que ocupaba desde 2011, para ser director de Riesgos.

Durá conoció que Deloitte echaba en falta determinada información para realizar el informe de auditoría antes de que se expusiera en sendos consejos de administración de BFA y de Bankia, aunque no recuerda si fue por parte del auditor externo o el interno. Horas después, se celebró un consejo de administración en BFA al que acudió Durá y en el que el presidente de la comisión de auditoría, entonces Ángel Acebes, explicó a los consejeros que Deloitte había informado sobre problemas en la auditoría derivados de la participación de BFA en Bankia y la posible irrecuperabilidad de los créditos fiscales.

“El presidente [de la comisión de auditoría, Acebes] hizo una exposición clara y detallada de todo lo que había en ese documento, pero no sé si de todo lo que se había hablado en la comisión porque no estuve”, ha explicado Durá, que en esa reunión presentó “todos los extremos de las cuentas anuales”.

Así, todos los consejeros del grupo tuvieron conocimiento de la situación. Durá ha recordado que cualquier miembro del consejo tiene derecho a requerir la presencia del auditor externo si tiene alguna duda sobre la auditoría, pero no lo hicieron. “[Los consejeros] podían haber formulado, haber retrasado la formulación, haber requerido al auditor que fuera al consejo o haber cambiado las cuentas”, ha explicado Durá, que ha comentado que “aunque aquí [en el juicio] parece que es imposible, el consejo está en su derecho de pedir cambiar cuentas”. Pero “nadie lo hizo”, ha añadido. De hecho, las cuentas se formularon por unanimidad.

"NO ERA UN PLAN, ERA UN PAPEL QUE PRESENTÓ RATO"

La fiscal se ha referido a lo largo del interrogatorio al plan de saneamiento que el Ministerio de Economía obligó a la entidad a presentar en mayo de 2012 a espaldas del Banco de España y que contemplaba la petición de una inyección de 7.000 millones de euros al FROB, según la versión manifestada por Rodrigo Rato durante el juicio. El plan fue rechazado y unos días después el entonces presidente de la entidad dimitió por orden del Gobierno.

Durá ha explicado que, en su opinión, no se trataba de un plan como tal, sino de "un papel que Rato presentó al Banco de España". "Creo que esto no es un plan porque para que haya un plan tiene que haber un proceso de elaboración, una aprobación por parte del consejo y, sobre todo tiene que haber un marco regulatorio donde se ubique ese plan", ha explicado el directivo, para quien "las entidades no mandan planes al Banco de España porque sí, sino porque lo requiere la ley o el Banco de España".

"Esto [el plan] es un papel que Rato remitió al Banco de España no sé en qué contexto, no sé solicitado por quién ni por qué motivo. No calificaría esto como plan", ha reiterado. Durá tuvo conocimiento del plan el 3 de mayo de 2012, la víspera de su remisión al supervisor bancario.

Días más tarde, la entidad decidió reformular las cuentas, ya bajo el mandato de José Ignacio Goirigolzarri, que accedió a la presidencia de Bankia a principios de mayo. Esta reformulación se produjo, según la versión de Durá, "fundamentalmente" por el tema inmobiliario. "En aquel momento se hablaba de salir del euro. Nadie quería invertir en España y menos en el sector inmobiliario", ha justificado el directivo de Bankia.

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