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Todo hacía pensar que Tesla estaba a las puertas de entrar a formar parte del S&P 500. Los de Elon Musk cuentan con una capitalización bursátil de 389.794 millones de dólares, lo que la convierte en una de las compañías más grandes de todo Estados Unidos. Sin embargo, tres compañías más pequeñas han conseguido adelantarla por la derecha y serán las próximas en formar parte del selecto grupo.

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El próximo 21 de septiembre las firmas Catalent, Etsy y Teradyne entrarán a formar parte del índice neoyorkino, considerado el más representativo de la situación real del mercado. Van a ocupar el puesto bacante que dejan H&R Block, Coty y Kohl's. Las ganadoras tienen una cosa en común, las tres valen menos que Tesla.

De hecho, las tres cuentan con una capitalización muy similar. En el caso de Catalent, una compañía que se dedica a la tecnología farmacéutica, cuenta con una capitalización de 13.779 millones de dólares y es la más valiosa de las nuevas incorporaciones. La sigue Etsy, con un valor de 13.369 millones y Teradyne, con una capitalización de 13.050 millones.

En el comunicado emitido por S&P Dow Jones Indices no se explica los motivos que han dejado fuera a Tesla. La falta de confianza de los analistas que la siguen en bolsa podría estar detrás de esta decisión. Según datos de 'FactSet' solo el 22% de los expertos recomienda tomar posiciones, frente al 49% que recomienda mantener los títulos y el 30% que aconseja venderlos.

Mucho más optimistas lo son con las nuevas incorporaciones. En el caso de Catalent el 77% recomienda comprar sus títulos, frente al 23% que únicamente aconseja mantener. Actualmente no cuenta con ninguna opinión negativa.

Más confianza depositan los que siguen a Etsy, el 88% de ellos cree que es buen momento para entrar en la compañía frente al 6% que aconseja mantener los títulos y otro 6% que recomienda venderlos. Algo más igualados están los analistas de Teradyne, el 15% recomienda comprar, el 35% mantener y el 12% vender.

Desde Tesla no han hecho declaraciones sobre la decisión aunque los expertos apuntan que la exclusión ha sido toda una sorpresa. "Ha sido un poco impactante, el mercado lo había asumido como inevitable", ha explicado Dan Ives, analista de Wedbush, a MarketWatch. "No entrar en el club S&P 500 es un rasguño de cabeza y es probable que las acciones bajen".

Las esperanzas de Musk eran tales que Ives asegura que el champán estaba ya congelado para celebrar la inclusión en el S&P 500. Pero ha tenido que cambiar la alegría por la desesperación. Tras conocerse la noticia vio como sus acciones se desplomaban cerca de un 19%, la segunda mayor caída de 2020.

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